Alerta alimentaria por las sandías procedentes de Marruecos: pueden tener exceso de metomilo
Los niveles de pesticida observados en esta remesa superan considerablemente los permitidos por la Comisión Europea
La Comisión Europea es la encargada de transmitir a todos los países de la Unión cualquier alerta alimentaria que pueda ocasionar riesgos para la salud de los ciudadanos. De vez en cuando, un error de cálculo o un descuido pueden ocasionar que un producto llegue al mercado en unas condiciones que no son óptimas para el consumo. A veces, pueden darse situaciones aún más graves, como el reciente caso de las tortillas con botulismo.
El último escenario de estas características en suelo español se ha desencadenado por una remesa mala de sandías proveniente de cultivos marroquís. El problema, según han apuntado las autoridades competentes, es que en su composición se han observado unos niveles demasiado altos del pesticida metomilo, probablemente debido a una exposición continuada durante su periodo de crecimiento.
A pesar de que estos índices se han sobrepasado, desde Europa no han anunciado que los consumidores tengan que tomar ninguna medida específica para evitar su ingesta, lo que podría sugerir que, a pesar de no ser una situación idónea, los peligros no son tan elevados como para hacer saltar protocolos más agresivos. Se recomienda, eso sí, lavar la fruta concienzudamente antes de comérsela.
Indignación en Facua
Sin embargo, la asociación de consumidores Facua, con su portavoz, Rubén Sánchez, a la cabeza, ha exigido saber más detalles de la situación por las posibles secuelas que estas sandías pudieran ocasionar a algún ciudadano que las compre desconociendo su origen. Según la agrupación, el metemilo pude ocasionar, entre otros síntomas, “dolor de cabeza, mareos, náuseas, vómitos, sudoración excesiva, temblores y visión borrosa”.
Además, también han apuntado que, en caso de que la sustancia se mezcle con alcohol, se pueden ocasionar lesiones en el sistema nervioso. Sánchez se ha lamentado de que los responsables de velar por la salubridad del mercado alimentario no hayan ofrecido ningún dato adicional que permita al cliente identificar el paradero de esta hornada de sandías, y de esta forma poder evitar su compra.