Así afectará a Albert López la confesión del asesinato de Pedro Rodríguez: ¿puede reducir su condena?

Albert López, amante de Rosa Peral, ha reconocido este martes el asesinato de Pedro Rodríguez. Según ha avanzado ‘El Periódico’ y ha confirmado EFE, el exmiembro de la Guardia Urbana habría confesado el crimen para obtener beneficios por los permisos penitenciarios, ya que tendría ciertas ventajas en la cárcel.

El caso ha sido recuperado en los últimos tiempos después de la serie de Netflix, ‘El Cuerpo en Llamas’, aunque en su momento fue conocido como ‘el crimen de la Guardia Urbana’ y sucedió en mayo de 2017, el juicio en febrero de 2020 con un jurado popular que dictaminó por mayoría que Albert López y Rosa Peral eran culpables del asesinato de Pedro Rodríguez.

El reconocimiento de los hechos es fundamental en las prisiones, ya que se tienen en cuenta para otorgar permisos, por lo que admitir el crimen sitúa a López en una situación más ventajosa para obtener beneficios penitenciarios. Albert López tiene una condena de 20 años de cárcel y Rosa Peral, de 25, debido al agravante por parentesco.

Actualmente, López se encuentra dentro de un programa individual de tratamiento de reinserción, el cual le ha motivado a confesar el crimen y mostrar su arrepentimiento ante el jurado. Las pruebas presentadas durante el juicio, muestran como tras cometerse el crimen y acordarlos entre ellos, tanto Albert como Rosa decidieron prender fuego al cuerpo de Rodríguez, dentro de su coche, en una pista forestal del pantano de Foix.

Declaraciones contradictorias

Durante el desarrollo del juicio, ambos acusados se contradijeron mediante varias versiones donde se acusaban del crimen mutuamente. Peral señaló a López como un examante celoso, el cual, según afirmó la acusada, asaltó la casa donde vivían y mató a Rodríguez, mientras ella protegía a sus dos hijas en la planta superior de la vivienda.

Sin embargo, su declaración no convenció al jurado, ya que posteriormente dijo que, cuando bajó de la planta de arriba, vio a López con un hacha en mano y sangrando, pero su marido no se encontraba en el lugar. Además, ella misma se definió como encubridora, debido a que mantiene que, durante los doce días previos a su detención, era víctima de un “miedo insuperable”.

Finalmente, según dicta la sentencia del caso, ambos culpables maquinaron un “plan de revancha” para deshacerse de Rodríguez, después de que este hubiese descubierto la infidelidad de Peral con su amante. “A una hora indeterminada de la madrugada, uno de los dos o conjuntamente agredieron y mataron” a la víctima, muestra la sentencia. Además, “utilizando algún tipo de combustible, prendieron fuego al vehículo con el cuerpo de la víctima en su interior, resultando el cuerpo casi completamente carbonizado por la acción de las llamas, sin que quedaran restos o señales de la causa violenta de la muerte”, concluye el escrito.

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