Adiós al pilates y al yoga: la ciudad española que está multando con 3.000 euros las actividades físicas dirigidas en parques públicos

Lo de practicar yoga, pilates o cualquier otra actividad física dirigida en parques públicos está a punto de cambiar para siempre en Formentera. Según informan en El Periódico de Ibiza, el Consell Insular ha aprobado una nueva ordenanza que regula este tipo de prácticas espacios públicos y que fija sanciones económicas de hasta 3.000 euros para quienes incumplan la normativa. Estamos ante una iniciativa pionera que busca poner orden en el uso de las zonas verdes de la isla, ni más ni menos.

La normativa, impulsada por la Conselleria de Deportes, ha salido adelante en el Pleno del Consell con el apoyo del equipo de gobierno y la abstención de la oposición y del consejero no adscrito. Se trata de la primera regulación específica de este tipo en el ámbito insular y establece un marco legal para compatibilizar la práctica deportiva con otros usos habituales de los parques, como el descanso o el ocio infantil.

Entre los requisitos principales, la ordenanza obliga a solicitar autorización previa para impartir actividades dirigidas, establece un límite de máximo de 12 participantes por grupo y exige contar con un seguro de responsabilidad civil, además de la inscripción en el Censo de Actividades Físicas y Deportivas. El texto también introduce un régimen sancionador progresivo para prevenir prácticas no autorizadas, ruidos excesivos o posibles daños al mobiliario urbano.

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Las multas irán de 100 a 3.000 euros

En esta primera fase, el Consell ha delimitado los espacios donde podrán desarrollarse estas actividades: el Parque Illes Pitiüses (La Savina), el parque infantil Frank Jackson (Sant Francesc), el Parque de ses Bardetes y la zona de calistenia del Skatepark. Sin embargo, la institución insular se reserva la posibilidad de revisar o ampliar estos emplazamientos en función de la demanda y de la experiencia acumulada con la aplicación de la norma.

El concejal de Deportes y vicepresidente tercero, Hugo Martínez, defendió la ordenanza en cuestión como “una medida necesaria y de sentido común ante el aumento del uso de los parques para actividades dirigidas”. Según explicó, “ordenamos para garantizar convivencia, seguridad jurídica e igualdad de oportunidades para todos los profesionales y entidades”, e insistió en que “no restringe la práctica deportiva”, sino que la hace compatible con el descanso, el juego infantil y el uso libre de los parques".

La regulación prohíbe expresamente la práctica de artes marciales en parques públicos, al considerar que requieren condiciones de seguridad específicas, y deriva estas disciplinas a instalaciones municipales como el Polideportivo Antoni Blanc. Las multas previstas oscilan entre los 100 y los 3.000 euros y pueden ir acompañadas de la suspensión temporal de la actividad en casos graves o reincidentes. “Es una ordenanza viva, pensada para dar herramientas y no para poner trabas. Si es necesario mejorarla, lo haremos escuchando al sector u a la ciudadanía”, concluyó Martínez.

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