Adiós a viajar: el ‘hurkle-durkling’ es la nueva tendencia de invierno en la que fingimos irnos de viaje para quedarnos en casa

Con la llegada del invierno, la búsqueda de bienestar y descanso toma un papel protagonista en la rutina diaria. Sin embargo, este año, una nueva tendencia ha revolucionado las redes sociales y promete redefinir la forma en la que enfrentamos los días fríos: el hurkle-durkling. Basado en un antiguo término escocés que significa “holgazanear” o “permanecer en la cama sin hacer nada”, esta práctica propone quedarse bajo las mantas durante horas, disfrutando del calor y la calma como un acto de autocuidado.

Lejos de tratarse de una simple pereza, el hurkle-durkling ha sido adoptado como una forma consciente de desconectar del mundo exterior. En un contexto donde la productividad domina la vida personal y laboral, esta tendencia plantea un descanso necesario y reivindica la importancia de escuchar al cuerpo. Las plataformas digitales, especialmente TikTok, han sido el escenario donde esta filosofía ha cobrado fuerza, inspirando debates sobre el equilibrio entre descanso y obligaciones.

¿En qué consiste el hurkle-durkling?

El hurkle-durkling, tal como lo describe Megan Hajduk, directora de The Williams Inn, implica “mantenerse caliente y saborear el lujo de no hacer nada”. Este concepto, aunque sencillo, ha captado la atención de quienes buscan refugiarse del estrés en los meses más fríos del año.

Nour Laasri, director general del Marriott Marquis en Houston, señala que esta práctica refleja un cambio en las prioridades de las personas: “Estamos aprendiendo a valorar tanto el descanso como la productividad. Ambos son necesarios para mantener un equilibrio en nuestras vidas”.

Según Marisha Mathis, trabajadora social clínica, el hurkle-durkling puede ser una respuesta al agotamiento que impone la cultura del rendimiento constante. “Empezar el día con calma no solo mejora la salud mental, sino que también prepara el cuerpo para afrontar mejor los desafíos cotidianos”, explicó en una entrevista con HuffPost.

La Dra. Jessica Gold, profesora de psiquiatría, añade que permanecer en la cama más tiempo de lo habitual puede ser una señal de que nuestro cuerpo necesita descansar: “Dormir bien es esencial para la salud mental. A veces, el deseo de quedarse bajo las sábanas es una forma de escuchar a nuestro cuerpo”.

¿Dónde está el límite?

Sin embargo, los expertos advierten que el hurkle-durkling puede convertirse en un problema si se convierte en una forma de evasión. Mathis subraya que esta práctica, cuando se prolonga más allá de un momento puntual, podría ser un indicador de problemas emocionales más profundos, como la depresión.

Por su parte, la Dra. Gold insiste en que el equilibrio es clave: “El hurkle-durkling debe ser un acto de autocuidado, no una excusa para evitar responsabilidades o relaciones importantes. Es fundamental saber cuándo descansar y cuándo es momento de actuar”.

El arte de descansar con conciencia

A medida que el hurkle-durkling sigue ganando adeptos, los especialistas recuerdan la importancia de practicarlo con moderación. Incorporar momentos de descanso consciente en la rutina diaria puede ser positivo, siempre que no interfiera con las responsabilidades o el bienestar general.

El invierno invita a resguardarse bajo las mantas, pero no debemos olvidar que el descanso forma parte de un estilo de vida equilibrado. Más allá de las redes sociales y las tendencias, el hurkle-durkling nos enseña a priorizar el cuidado personal, sin dejar de lado la interacción social y las actividades que dan sentido a nuestro día a día.

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