Adiós a los radiadores: este es el sistema más eficiente para calentar las casas heredado del norte de Europa

En España todavía nos quedan muchos días de invierno que soportar por lo que, si queremos mantener nuestro hogar caliente durante este periodo hay que mentalizarse para ver con buenos ojos la factura de la luz y del gas a final de mes. No obstante, los numerosos avances tecnológicos que van surgiendo, son capaces de ofrecer soluciones cada vez más eficientes que nos permiten ahorrar aunque sea un poco en nuestro consumo de energía.

Dentro de poco seremos capaces de despedir a nuestros radiadores, fieles compañeros durante el frío invierno, para dar la bienvenida a las bombas de calor geotérmicas, llegadas desde Noruega a bajo coste según el medio italiano Energy.

Alternativas diversas

Antes de presentar esta alternativa, hay que destacar que existen diferentes maneras de calentar nuestro hogar. Y es que, además de las bombas de calor, podemos encontrar alternativas como la calefacción por suelo radiante o los paneles radiantes, cada uno con sus propias características adaptadas a las necesidades de los distintos hogares. La calefacción por suelo radiante consiste en un complejo sistema de tuberías que se extiende por debajo del suelo, distribuyendo calor por toda la vivienda.

En cambio, los paneles radiantes se colocan en las paredes o en el techo, siendo otra manera eficiente de calentar nuestro hogar sin ocupar un espacio demasiado grande dentro de las habitaciones.

Por su parte, las bombas de calor se presentan como una muy buena opción, capaz de calentar, enfriar y producir agua caliente sanitaria. Este sistema utiliza energía térmica del aire, el agua o el suelo, garantizando una eficiencia alta y una reducción de las emisiones de CO2.

Funcionamiento

Este sistema avanzado se basa en sondas geotérmicas, tuberías especiales implantadas a diferentes profundidades en el suelo, las cuales absorben el calor y lo transfieren directamente al interior del domicilio. “El proceso se produce gracias a un fluido caloportador, compuesto por agua y anticongelante, que se calienta a su paso por el suelo”, explican.

De esta manera, el calor recogido es utilizado para vaporizar un líquido refrigerante que, mediante compresión, alcanza temperaturas suficientemente altas para alimentar sistemas de calefacción o producir agua caliente.

Existen dos tipos de bombas de calor geotérmicas: agua-agua, que explotan los acuíferos, y agua subterránea, que aprovecha el calor del suelo. Dependiendo de los recursos locales y las necesidades de la vivienda, se elegirá una u otra.

Ventajas e inconvenientes

Entre las ventajas de la bomba de calor geotérmica, encontramos que estas funcionan de manera eficiente durante todo el año, independientemente de las condiciones climáticas, gracias a la estabilidad de las temperaturas del suelo y del agua subterránea. Además, su alto coeficiente de rendimiento (COP) garantiza un importante ahorro energético respecto a los sistemas tradicionales, convirtiéndolo en una solución ecológica y sostenible.

No obstante, no todo iba a ser de color de rosas. Estos sistemas presentan algún que otro problema. Su instalación es bastante compleja y costosa, requiriendo perforaciones profundas (entre 50 y 150 metros) además de intervenciones invasivas en el terreno y numerosas autorizaciones burocráticas, especialmente en zonas sujetas a restricciones urbanísticas.

Pero, a pesar de estos inconvenientes, los ahorros a fin de mes y su reducido impacto ambiental, convierten a esta alternativa en una opción muy ventajosa para muchos hogares y comunidades de vecinos.

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