Adiós a la nevera: científicos lanzan una prueba con sal y desbloquean el camino hacia la refrigeración del futuro
Un nuevo método basado en sales eléctricamente activadas logra enfriar sin gases contaminantes ni riesgo ambiental.

Científicos del Lawrence Berkeley National Laboratory y la Universidad de California han desarrollado un método completamente nuevo para enfriar espacios y materiales. Esta investigación, llamada “ciclo ionocalórico” y publicada en la revista Science, promete ser más segura y respetuosa con el medio ambiente que los sistemas tradicionales.
La mayoría de los sistemas de refrigeración actuales funcionan mediante la evaporación de un fluido que absorbe calor, se desplaza por tuberías y luego se condensa nuevamente en líquido. Sin embargo, muchos refrigerantes usados para este fin, como los hidrofluorocarbonos (HFC), tienen un elevado potencial de calentamiento global (GWP, por sus siglas en inglés).
En cambio, el nuevo enfoque ionocalórico aprovecha cómo ciertos materiales absorben o liberan energía cuando cambian de fase (por ejemplo, al pasar de sólido a líquido). En el experimento, los investigadores utilizaron una sal de yodo y sodio para inducir la fusión de un solvente orgánico (carbonato de etileno) mediante la aplicación de una corriente eléctrica, logrando un descenso de temperatura de unos 25 °C con menos de un voltio de carga aplicada.
Un método más sostenible
Una de las grandes ventajas de esta técnica es que el solvente utilizado se produce mediante dióxido de carbono como insumo, lo que abre la posibilidad de que el sistema tenga un GWP igual o incluso inferior a cero. Además, los investigadores señalan que ya desde sus primeras pruebas los datos parecen prometedores en términos de eficiencia energética, coste y bajo impacto medioambiental.
Según el ingeniero mecánico Drew Lilley, “nadie había desarrollado hasta ahora una solución que enfriase eficazmente, fuera segura y no dañara el medio ambiente”. Su compañero, Ravi Prasher, añade que ahora el reto es llevar esta tecnología fuera del laboratorio y escalarla para uso comercial.
Para llegar a ese punto, el equipo está explorando diferentes sales y combinaciones de materiales para optimizar el diseño del sistema. Si tienen éxito, esta innovación podría ser clave para cumplir los objetivos del Kigali Amendment, que exige una reducción del 80 % en la producción y consumo de HFCs en los próximos 25 años.
Noticias relacionadas
En definitiva, el ciclo ionocalórico representa un enfoque innovador hacia la refrigeración del futuro: menos emisiones, nueva física y un camino abierto hacia sistemas más limpios. La pregunta ahora es cuándo estará listo para integrarse en nuestros frigoríficos, aires acondicionados y otros aparatos de enfriamiento cotidianos.
¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí






Rellene su nombre y apellidos para comentar