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CONFLICTO UCRANIA - RUSIA

Rusia despliega uno de los tanques más letales del mundo

Fuentes rusas aseguran que el potente carro de combate T-14 Armata, el más avanzado de este país, ya se encuentra en la región ocupada del Donbás.

Actualizado a
Rusia despliega uno de los tanques más letales del mundo
Reuters

Rusia continúa aumentando la intensidad de su ofensiva en Ucrania con ataques masivos en diversos puntos del país. Las fuerzas rusas están centrando su estrategia en una constante lluvia de misiles, pero también ha reforzado el equipamiento para el combate sobre el terreno contra las tropas ucranianas.

De esta manera, en las últimas fechas el Ejército ruso ha desplegado en la región ocupada del Donbás una de las armas más importantes de su arsenal, según fuentes rusas. Se trata del tanque más avanzado que fabrica el país que preside Vladimir Putin y uno de los más letales del mundo, el denominado T-14 Armata.

Así lo ha asegurado uno de los presentadores más populares de la televisión rusa, Vladimir Vladimir Solovyov, quien afirmó haber sido testigo de su presencia en Ucrania. “Acabo de regresar de la línea del frente en Ucrania, con el primer informe de tripulaciones del ejército ruso que utilizan tanques T-14 Armata”, afirmó el periodista a través de su cuenta de Telegram.

Informaciones anteriores ya habían señalado que las fuerzas rusas se encontraban realizando maniobras de entrenamiento con estos tanques de última generación en una zona próxima a la ciudad rusa de Kazán con el objetivo de emplearlos en la guerra en Ucrania, como recoge la web especializada ‘Galaxia Militar’.

Este sitio web explica que los T-14 Armata poseen “soluciones de diseño sin precedentes”, entre las que destacan una torreta no tripulada y una cápsula blindada independiente para la tripulación. Está armado con una nueva generación de cañones de ánima lisa 2A82-1M de 125 mm con cargador automático y 32 cartuchos listos para disparar.

Este novedoso carro de combate, que destaca entre otras cosas por la potencia de su blindaje, es uno de los últimos recursos empleados por el Kremlin para hacer frente al aumento de la capacidad militar de las tropas ucranianas gracias al envío de armamento por parte de Estados Unidos y los aliados.