NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

ACTUALIDAD

¿Por qué no hay fila 13 en algunos aviones? La triscaidecafobia lo explica

La mayoría de compañías apuesta por retirar este número de sus filas por la fobia que tienen algunas personas a este número.

Actualizado a
Lufthansa passenger aircraft stand on the apron of Frankfurt Airport.
picture allianceGetty

Cada día millones de personas se suben un avión para llegar a un nuevo destino: ya sea por ocio o por trabajo, se trata de un medio de transporte rápido, seguro y que emplean miles de viajeros en todas las partes del mundo. Sobre los aviones hay muchos mitos y leyendas, algunas ciertas y no tanto. Una de estas historias curiosas tiene que ver con la fila número 13 de las aeronaves.

En muchas culturas este número está asociado a a la mala suerte, por lo que muchas compañías prefieren evitar posibles supersticiones de los clientes y apuestan por retirar el número de esta fila. Un miedo que se conoce como triscaidecafobia. Una de las pocas que no lo hacen es la estadounidense Alaska Airlines, mientras que Lufthansa también retira la 17 para evitar molestias a sus viajeros italianos, pues también está asociado al mal fario, explica Sky Scanner.

Otras curiosidades

Es muy común pensar que, en altitud y con falta de oxígeno a bordo, tomar bebidas alcohólicas puede afectarnos más rápidamente. Sin embargo, diferentes estudios demuestran que no hay tanta diferencia entre beber a pie de pista o a miles de metros de altura.

Tampoco es verdad que eviten uno de los grandes misterios de la aviación, como es el Triángulo de las Bermudas. Y es que la alternativa única es dar un rodeo de unos 3.000 kilómetros, por lo que no parece viable. Sobre la tripulación, deben medir un mínimo de 1,57 para poder alcanzar los compartimentos superiores de la aeronave, que se encuentran a 1,80 metros de altura.

Los aviones pasan todo tipo de pruebas de resistencia y seguridad, y una de ellas tiene que ver con la exposición a los rayos en mitad de una tormenta. Casi la mayoría de los aviones recibe, al menos, un impacto durante el año. Pero el último accidente por este motivo tuvo lugar en 1967, por lo que no es razón para preocuparse.