¿Por qué las hormigas voladoras del otoño han aparecido en verano este año?

Hace 10 días comenzó oficialmente en España el verano, la estación más calurosa del año. Y lo ha hecho con una situación inesperada en cuanto a los insectos que revolotean en nuestras casas. En los últimos días hemos visto multitud de hormigas voladoras, cuando no es habitual verlas en esta época del año.

Lo normal es que las hormigas voladoras salgan al final de agosto, cuando las temperaturas refrescan y aparecen las primeras lluvias de otoño. Esas condiciones son ideales para ellas, por la humedad de la época y el descenso de temperaturas respecto a la temporada estival.

El hecho de que aparezcan ahora no tiene una explicación concreta. “No tenemos una explicación clara, a veces pasa”, confirma a NIUS Theo Oberhuber, de Ecologistas en Acción, que recuerda que no es la primera vez que ocurre este fenómeno, sino que ya habido otras ocasiones en las que salen fuera de su temporada. Por ejemplo, en 2020 también se las vio a finales de otoño coincidiendo con un ascenso de las temperaturas en ese momento.

Ni pican ni tienen interés en nosotros

A pesar de lo que inquietante que puede ser ver hormigas voladoras revoloteando por el salón, los dormitorios o la cocina, los expertos tranquilizan al respecto. Ni pican, ni tienen interés en nosotros. De hecho, añaden que su único objetivo es aparearse. En este sentido, es habitual verlas volando haciendo una especie de baile, lo que en el argot se llama vuelo nupcial.

Este vuelo nupcial es su principal misión. Y es que las reinas jóvenes con alas, llamadas princesas deben encontrarse con un macho (conocido como alado) para que las fecunde y así reproducirse y crear nuevos hormigueros. Después del acto, los machos mueren y las hormigas fecundadas vuelan hacia algún lugar para establecer una nueva colonia.

Función vital de las hormigas voladoras

En este nuevo hormiguero perderán las alas e hibernarán esperando poner los huevos. Su vida, a diferencia de la de los machos, es larga, dura entre 1 y 30 años. Su única función vital es la de ser fecundada y depositar miles de huevos de los que saldrán las nuevas hormigas.

Lo habitual es que estas hormigas salgan de sus asentamientos en primavera y a comienzos de otoño, pero algunas veces ocurre que se dejan ver en momentos en los que no se espera. Ha sucedido este verano, en un movimiento en el que los expertos aún no tienen explicación.