Un submarino nuclear estadounidense emerge a pocos metros de un controvertido alquiler chino: “No es uno de nuestros socios”
El puerto de East Arm fue cedido a una empresa propiedad de un multimillonario chino para 99 años. El submarino USS Minnesota ha pasado las últimas semanas en aguas australianas.


La ciudad australiana de Darwin, situada al norte del país, ha recibido en los últimos días la visita de un vecino inesperado. Allí, a escasos metros del puerto de East Arm, una instalación alquilada a una empresa china, ha llegado un submarino estadounidense de propulsión nuclear.
Una llegada inesperada, en un contexto de máxima tensión entre Estados Unidos con gran parte del resto de países, empezando por China, y con entidades como la Unión Europea a causa de los aranceles. Este submarino, el USS Minnesota, ha estado bajo las aguas australianas durante semanas. Y es que, tras estar atracado en la base naval australiana de HMAS Stirling, donde el personal tuvo la oportunidad de conocer de primera mano un tipo de submarino que recibirá en virtud del acuerdo militar AUKUS (formado por Australia, Reino Unido y Estados Unidos), su visita al puerto de Darwin es lo que causó sorpresa.
Esto es así porque, tal y como captaron desde NT News, se le vio emerger a escasos metros de puerto East Arm, una instalación que, desde el año 2015, está arrendada a la empresa china Landbridge. Y su visita no ha sido la única: junto al submarino llegó el buque USS Emory, encargado de ofrecer apoyo logístico a este tipo de vehículos marítimos.
Críticas al alquiler
Una llegada que se produce, además de toda la tensión geopolítica, cuando se debate el futuro del puerto de Darwin. Todo, a pesar de que hace una década el Partido Liberal australiano optó por arrendar estas instalaciones a la empresa china Landbridge, propiedad del multimillonario Ye Cheng, por nada menos que 99 años.
Luke Gosling, diputado federal laborista, aseguraba recientemente que pronto habría “más que decir” sobre la posible devolución de las instalaciones a manos australianas. “El gobierno del Territorio del Norte es dueño del puerto; lo ha arrendado, estúpidamente, a una empresa extranjera que tiene vínculos muy estrechos con un gobierno extranjero que no es uno de nuestros socios tradicionales en materia de seguridad”, afirmó Gosling.
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Por su parte, James Paterson, ministro del Interior, aseguró que estaba de acuerdo en que el puerto debía volver a las autoridades australianas, pero reclama acciones concretas y no solo palabras. “Gosling estuvo allí hace varias semanas diciendo que el gobierno estaba a punto de hacer esto y desde entonces no hemos vuelto a oír nada al respecto. Por el interés nacional, creo que debería volver a ser propiedad australiana, y espero que eso ocurra muy pronto”.
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