Último movimiento del grupo Wagner: “Deja de existir”
A partir del 30 de julio, la principal base de la empresa en territorio ruso, situada en la provincia de Krasnodar, dejará de estar operativa
La relación entre la oficialidad rusa y el grupo Wagner no parece estar reparándose. El Kremlin no está dispuesto a olvidar el episodio de rebeldía que se vivió el mes pasado. Aunque solo fuera durante un día, las columnas de Prigozhin, declaradas en abierto motín contra el ministerio de Defensa, hicieron planear sobre Rusia la amenaza de un conflicto civil. Los mercenarios se quejaban de que el mando del ejército en Ucrania estaba siendo, por ponerlo en términos eufemísticos, negligente.
Avanzaron decididos los wagneritas hasta tomar la ciudad de Rostov -que no es, por cierto, una población precisamente pequeña-. Demandaban un cambio radical en la cadena de mando. Sus efectivos, azotados por las inclemencias del combate en una proporción elevadísima, no estaban bien equipados. Ni la munición ni los suministros llegaban a tiempo o en suficiente abundancia.
Incluso, una avanzadilla rebelde llegó a hacer amago de marchar sobre Moscú (aunque, siendo apenas 5.000, algunos apuntaron que nunca hubo posibilidad real de que la capital cayera). El tumulto llegó a su fin gracias, en parte, a la mediación de Alexandr Lukashenko, presidente de Bielorrusia. Tratando de construir un puente entre antiguos aliados, le ofreció asilo político a Prigozhin a cambio de deponer su actitud -y, lo que es más importante, las armas-.
Arrinconados
Desde entonces, algunos soldados de Wagner han pasado a ponerse bajo las órdenes del ministerio de Defensa -principal enemigo del plutócrata enfadado-. Otros, han sido relocalizados. Muchos de ellos a la propia Bielorrusia, donde están desplegando planes de entrenamiento para las tropas autóctonas. El propio líder de la compañía se ha afincado en el país -esperando, quizás, a que se calmen las aguas y el enfado de Putin-.
Mientras tanto, el número de centros de operaciones wagneritas en territorio ruso sigue disminuyendo. Según han informado miembros de la empresa a través de Telegram, la sede principal cerrará sus puertas de forma inminente. A partir del 30 de julio, dejará de funcionar el enclave de Mólkino, en la provincia sureña de Krasnodar. Un nuevo paso en el arrinconamiento de un actor que, hace tan solo unos meses, cargó con buena parte del peso de la “Operación Militar Especial”.