Suecia estudia pagar hasta 30.000 euros a los inmigrantes que quieran regresar a sus países

El gobierno conservador de Suecia ha anunciado un plan para reducir el número de inmigrantes dentro de sus fronteras y con el beneplácito de la extrema derecha esa medida es cada vez más probable. El ministro de inmigración sueco, Johan Forssel, anunció en una rueda de prensa la intención de su gobierno de instaurar esta nueva norma para el año 2026. Acompañado por representantes del resto de partidos que forman la coalición de gobierno sueca y del partido de extrema derecha Demócratas Suecos, el ministro ha presentado la iniciativa que asegura ayudará a quienes “estén atascados y alienados o que sean más mayores y quieran regresar al país del que vinieron originalmente”.

Esta es una medida ya existente, sin embargo, el ejecutivo quiere incrementar el incentivo que recibirían todos aquellos que quieran abandonar el país. Actualmente, aquellos inmigrantes que deciden dejar Suecia pueden percibir hasta 10.000 coronas, unos 877 euros, por adulto, y 5000 coronas, 441 euros, por niño, con un límite de 40.000 coronas por núcleo familiar.

Si la medida sale adelante, esos 877 euros pasarían a ser 30.000, lo que se traduce en una subida bastante considerable y el gobierno sueco espera que al entrar en vigor aquellos inmigrantes que estén desempleados o dependan de ayudas sociales se adhieran a él. Quienes quieran optar a él deberán vivir de manera legal en el país y contar con un permiso de residencia válido. De momento, Suecia no plantea cuántos serán los inmigrantes que salgan del país, pero tanto el ejecutivo como los partidos que lo apoyan coinciden en los problemas que actualmente tiene el país con la inmigración.

Tradicionalmente, el país nórdico ha sido uno de los países europeos que más inmigración ha recibido, convirtiéndose en uno de los países más multiculturales de occidente. Sin embargo, en los últimos ha cambiado ese paradigma. Con la llegada de Ulf Kristersson, del partido moderado, al gobierno gracias a una coalición con los partidos conservadores, las facilidades para la llegada de inmigrantes se han reducido considerablemente.

El aumento de la criminalidad ha hecho que una sociedad tradicionalmente receptiva con la llegada de inmigrantes se muestre cada vez más reacia con ellos y el aumento de la inseguridad es una de las causas. De hecho, una de las razones por las que Kristersson ganó las elecciones hace dos años fue la campaña en contra de la inflación y la promesa de medidas para frenar la llegada de extranjeros.

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