¿Se resistirá Maduro a entregar la presidencia si pierde las elecciones?

A nueve días de las elecciones presidenciales venezolanas del 28 de julio, todo parecer indicar que el mandato de Nicolás Maduro llegará a su fin tras doce años. Y es que, según un estudio del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello (CEPyG-UCAB) y la encuestadora Delphos, es el líder de la oposición, Edmundo González Urrutia, quién lidera la intención de voto para las elecciones presidenciales del 28 de julio con el 59,1%.

Mientras tanto, Nicolás Maduro quedaría en segundo lugar con aproximadamente el 25% del sufragio. Esto sería una gran derrota para el líder chavista, quién adelantó las elecciones presidenciales, que debían celebrarse en diciembre, pensando que esto aseguraría su victoria, como ya pasó en 2018. En esa ocasión, la oposición se abstuvo, algo que parece poco probable esta vez, por lo que Maduro se quedaría sin su tercer mandato consecutivo.

Pero no es solo en las encuestas donde Edmundo González Irrutia va ganando a Maduro (la ventaja es de más de 60 puntos), sino que además las calles parecen apoyar al líder de Plataforma Unitaria Democrática (PUD), la alianza de los principales partidos y dirigentes que se oponen a Maduro.

Maduro y su ‘mal perder’

Ante esta más que posible derrota, que cada vez se vuelve más real, la actitud del hasta ahora presidente no deja a los venezolanos precisamente tranquilos. Por el momento, no ha querido hablar ni de negociación ni de transición, pero lo que sí ha asegurado es que no le concederá el poder militar a un ‘oligarca’, refiriéndose a González Irrutia.

Esto ha provocado mucha tensión en la ciudadanía venezolana, que teme un desenlace violento si la derrota de Maduro se termina dando. A principios de este mes, el chavista declaró lo siguiente en un mitin: “Juro ante ustedes militares de mi patria que este bastón de mando de comandante en jefe seguirá en buenas manos en los años por venir, jamás este bastón de mando caerá en manos de ningún oligarca o títere. Lo juro: jamás tendrán ese acto de deshonra”.

La oposición, al menos públicamente, ha dicho en varias ocasiones que quieren negociar con Maduro para que la transición sea fácil, pues creen que la victoria del antichavismo es inevitable. Tanto González Irrutia como María Corina Machado, líder del movimiento político Vente Venezuela, quieren evitar la violencia a toda costa. “Vamos a un proceso delicado de transición y, por el propio bien del de Maduro, espero que acepte un proceso de negociación que nos permita una transición ordenada y sostenible”, declaró Machado.

Las declaraciones y los actos de Nicolás Maduro dan a entender que no se tomaría bien la derrota y que no considera a González Irrutia un líder merecedor de presidir Venezuela. Maduro hizo referencia a El Caracazo, nombre común para referirse a una serie de protestas que tuvieron lugar en febrero de 1989. Las represiones resultaron en cientos de víctimas, con estimaciones de alrededor de 300 a 3,000 muertos. El líder chavista no solo insinuó que esto se podía repetir, sino que también dio a entender que una insurrección militar en caso de derrota no es algo que se pueda descartar.

La situación en Venezuela está muy tensa, tanto que otros candidatos temen porque Gónzalez Irrutia no pueda llevar su candidatura hasta el final. Enrique Márquez, candidato y exrector electoral con menos de 1% en las encuestas, avisó que Maduro podría estar planeando una “jugada sucia” a través del Tribunal Supremo de Justicia o la Contraloría.

Respecto al futuro de Nicolás Maduro y de su entorno en caso de una derrota electoral, este sigue siendo cuanto menos incierto. Las especulaciones sobre su posible refugio no se han hecho esperar, y es que, aunque se descartan Cuba, Rusia y China, influenciadores como Casto Ocando y Jaime Bayly han sugerido destinos como Punta Cana en la República Dominicana. También se especula sobre Turquía, donde Maduro tendría cuentas bancarias con más de 10,000 millones de dólares y una mansión de lujo cerca de Estambul, en un lugar seguro mientras enfrenta una recompensa de 15 millones de dólares por su captura.

¿Va Maduro de farol?

Volviendo al ambiente preelectoral en Venezuela, según María Corina Machado, la estrategia de “sembrar el miedo” de Maduro ya no le funciona, pues cree que “la gente ha perdido la confianza”. Aun así, algunos expertos y politólogos afirman que la actitud violenta de Maduro no es más que una estrategia para generar dudas en la candidatura de la oposición.

Las opiniones de distintos politólogos o figuras importantes dentro de la política venezolana también van por ahí, aunque hay otros, como el politólogo Luis Rendueles que sí que creen que Maduro no entregará el poder. Ramiro Morales, presidente del partido democristiano Copei de Caracas, también cree que Maduro podría dar un golpe de Estado o cometer un fraude de última hora, aunque apunta que ni Petro (Colmbia) ni da Silva (Brasil) le apoyarían.

Por otra parte, Santiago Rodríguez señala que Maduro busca generar incertidumbre y desmotivar a la oposición para que no voten. Otros, como el excandidato Eduardo Fernández o el politólogo Benigno Alarcón opinan que Maduro cederá el poder conforme a la Constitución, aunque le cueste hacerlo.

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