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POLÍTICA

¿Se puede votar desde el extranjero en las elecciones si has pedido el voto por correo en España?

Los difíciles trámites y la rigidez de los plazos pueden provocar que miles de ciudadanos de vacaciones fuera del país no participen en los comicios. Se debe acudir a la embajada o consulado.

Una persona con un ticket de voto por correo en la oficina de Correos de Cibeles, a 1 de junio de 2023, en Madrid (España). La solicitud de voto por correo puede realizarse en todas las oficinas de Correos de España. Esta petición debe ser realizada personalmente por cada elector, salvo en caso de enfermedad o discapacidad que le impida la formulación personal de dicha petición. En el momento de formular la solicitud, los interesados deben acreditar su identidad presentando ante el empleado de la oficina postal el DNI, Pasaporte o carnet de conducir originales. Correos entregará las solicitudes recibidas en las Delegaciones Provinciales de la Oficina del Censo Electoral, quienes enviarán a los solicitantes, a partir del 3 de julio, la documentación necesaria para que puedan ejercer el voto por correo. El plazo de depósito del voto por correo finalizará el 19 de julio de 2023.
01 JUNIO 2023;MADRID;VOTO POR CORREO;OFICINA DE CIBELES;ELECCIONES GENERALES 23 DE JULIO
Jesús Hellín   / Europa Press
01/06/2023
Jesús Hellín Europa Press

No es un escenario habitual tener dos elecciones tan cercanas en el tiempo. Pero los frenéticos acontecimientos y los resultados de las autonómicas y municipales impulsaron al presidente Pedro Sánchez a adelantar una cita electoral que no se esperaba hasta finales de año. Un aspecto en el que no se piensa demasiado, pero que es fundamental en el proceso democrático, es el del aparato logístico que se tiene que desplegar para organizar los comicios.

No solamente por la puesta a punto de los colegios electorales, con las miles de urnas, los millones de papeletas que deben estar disponibles en todas y cada una de las mesas del país o la vigilancia para que la jornada se desarrolle sin incidentes. Hay muchos otros retos para la administración en el momento de celebrar unas elecciones simultáneamente en toda España.

Por ejemplo, establecer los trámites del voto por correo. Y en esta ocasión será más importante que nunca, pues la fecha, 23 de julio, hará que muchos ciudadanos no se encuentren en su lugar de residencia debido a las vacaciones estivales y tengan que hacer uso de esta modalidad alternativa de sufragio. Para garantizar la limpieza del sistema, se han extremado las medidas de seguridad, obligando por primera vez a portar documentos identificativos en el momento de enviar la papeleta en la oficina de Correos.

No obstante, hay personas que podrían quedarse sin votar debido a las dificultades añadidas de algunos escenarios. Especialmente aparatoso será el proceso para los que se encuentren en el extranjero en las fechas de los comicios, que tendrían que acudir en mitad de sus vacaciones a hacer los trámites en persona a la embajada o consulado correspondiente. Sin embargo, el problema son los plazos. Hay que hacer este proceso antes del 29 de junio, algo que es imposible si se llega al país con posterioridad a la fecha.

Abstención forzosa

Este problema se ve agravado por el hecho de que la otra alternativa que podrían escoger los que se encuentren en esta situación, el voto por correo, también se dificulta debido a las fechas. Las nuevas medidas de seguridad hacen que sea la persona la que tenga que acudir presencialmente a la oficina a depositar su voto, pero el material electoral no comenzará a repartirse hasta el 3 de julio -el plazo para votar se extiende hasta el 20 de julio-.

Teóricamente, existe una posibilidad para delegar la entrega de la papeleta en la oficina en un tercero. Esta persona debe llevar consigo una autorización firmada por el votante y una fotocopia de su DNI. No obstante, incluso en este escenario, es obligatorio que sea la persona solicitante del sufragio por correo la que reciba en persona en su domicilio la documentación electoral. Y esta no empezará a repartirse hasta el 3 de julio -y lo normal es que se reciba más tarde de esa fecha-, por lo que la presión de los plazos persiste y puede llevar a muchas personas que se encuentran en el limbo a un abstencionismo virtualmente forzado.