Sánchez no quiere riesgos: la mayoría de ministros del PSOE podrían dejar de ser diputados
Desde Ferraz se está valorando que casi todos los ministros socialistas con acta renuncien a ella para no comprometer las votaciones en el Congreso.
Pedro Sánchez fue investido hace 10 días presidente del Gobierno, mandato que será el tercero al frente de La Moncloa. El líder del PSOE ya ha formado a su Ejecutivo, ha nombrado a sus 22 ministros y la legislatura ha echado a rodar. Pronto la actividad parlamentaria en el Congreso cogerá velocidad y se sucederán los plenos y las sesiones de control.
El presidente sabe que en la Cámara Baja se producirán votaciones al límite, como la que presumiblemente se celebrará con la ley de amnistía. Tal y como sucedió en la sesión de investidura, salvo algún momento puntual, Sánchez sabe que cuenta con máximo 179 votos si Coalición Canaria le da su apoyo, pero sabe que el respaldo de PP, Vox y UPN está prácticamente descartado. Por tanto, si algunos ministros no pueden asistir a la votación, el resultado podría ser contrario a los intereses del Gobierno.
La mayoría en el Congreso es muy precaria
Es decir, la mayoría existe, pero al ser tan precaria no se pueden correr riesgos. Hay que recordar que las votaciones son presenciales, salvo en casos muy establecidos que se marcan en el artículo 82.2 del Reglamento del Congreso (embarazo, bajas por maternidad o paternidad, enfermedad, situaciones excepcionales de especial gravedad o representación institucional en foros extranjeros).
Por eso, según informa El Independiente y El Confidencial, desde la cúpula del PSOE se está valorando que la mayoría de ministros socialistas que tienen también acta como diputado en el Congreso renuncien a ella para no comprometer las votaciones en el Parlamento. El hecho de ser también diputado les obliga a estar en la Cámara Baja prácticamente todos los martes y jueves cuando se producen votaciones, lo que les repercute e influye en su día a día al frente de su ministerio correspondiente.
Tras el 23J, tienen escaño Teresa Ribera, José Manuel Albares, Margaritas Robles, Fernando Grande-Marlaska, Luis Planas, Isabel Rodríguez, Diana Morant, Óscar Puente, María Jesús Montero, Félix Bolaños y Pilar Alegría. Por su parte, Nadia Calviño, Jordi Hereu, Ángel Víctor Torres, Elma Saiz, Ana Redondo y José Luis Escrivá no tienen asiento como diputados en el Congreso al no haber en las listas socialistas.
Montero, Bolaños y Alegría sí mantendrían el acta
La intención de Sánchez es que todos ellos, salvo Montero, Bolaños y Alegría (además de él mismo que también tiene acta como diputado), renuncien a su acta y lleguen al Congreso diputados rasos del PSOE con plena disponibilidad para estar en el Hemiciclo todas las semanas.
El presidente salvaría así a Montero por su condición de ministra de Hacienda, con una ardua negociación para los Presupuestos en el horizonte; a Bolaños, al mando de Presidencia y Justicia, y considerado el ministro más expuesto en la legislatura con la ley de amnistía y la renovación del Consejo General del Poder Judicial en camino; y a Pilar Alegría, nombrada portavoz del Gobierno.
El resto sí que podrían dejar su escaño y así proseguir con su trabajo como ministros sin tener que estar pendiente de estar en votaciones importantes en el Congreso, cuya presencia sea imprescindible para sumar la mayoría parlamentaria correspondiente.
El caso de Sumar
En el lado de Sumar, con cinco ministros en el Gobierno, la situación es radicalmente diferente. Solo Yolanda Díaz, renombrada vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, es diputada en el Congreso. Pablo Bustinduy, Sira Rego, Ernest Urtasun y Mónica García aterrizan en el Consejo de Ministros sin ser diputados nacionales, por lo que desde la coalición no tienen que sopesar esta situación. Se espera además que Díaz mantenga su acta como en la anterior legislatura, como así hará también Pedro Sánchez.