Rusia bombardea a un grupo de sus propios soldados
Un grupo de militares está enarbolando la bandera blanca en el frente de Donetsk cuando un dron descarga varias bombas para eliminarlos.
Según la Convención de Ginebra, los soldados que se rinden o muestran la intención de rendirse están protegidos por una serie de normas. Y esas mismas normas son las que Rusia ha violado contra sus propios soldados.
Ocurrió ayer en el frente de Donetsk, cuando un grupo de soldados levantó los brazos saliendo de su ubicación y se dirigían al encuentro de la 33 brigada mecanizada independiente de Kiev.
En ese momento, un avión no tripulado apareció y empezó a lanzar bombas, asesinando a varios de los soldados rusos que esperaban ya rendirse tras verse acorralados. Algunos pudieron escapar hacia el bosque pero otros no corrieron tanta suerte.
Crimen de guerra
Esta acción de Rusia se considera un crimen de guerra. Lo rocambolesco del caso es que Rusia lo ha hecho contra sus propios soldados, aunque se le aplicaría también la Convención de Ginebra aprobado el 12 de agosto de 1949, y que entró en vigor el 21 de octubre de 1950.
Otro gesto contra sus soldados, en este caso contra sus familias, se estaría dando entre soldados caídos en el conflicto y que a sus familias les dicen que han desaparecido, para no tener que hacer frente a la posible pensión de viudedad u horfandad.
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