¿Qué es el ISIS-K, el grupo terrorista afgano detrás del atentado en Rusia?
Se trata de una rama afgana del Estado Islámico y su principal objetivo es formar un Califato independiente con partes de Siria e Irak, reconstruyendo la antigua provincia milenaria del Khorasán.
Moscú vivió este viernes 22 de marzo el peor atentado terrorista contra Rusia de las últimas dos décadas, en un ataque que dejó al menos 133 muertos y cientos de heridos, según ha podido confirmar el Comité de Investigación de la federación rusa. Se trata del ataque más mortífero en el país después del asedio de la escuela de Beslan en 2004, donde militantes islamistas tomaron rehenes a más de 1.000 personas.
El suceso tuvo lugar en la sala de conciertos Crocus City Hall, en Moscú, momentos antes de que el grupo de rock “Picnic” comenzase su actuación. Tras conocerse la noticia, el Estado Islámico se ha atribuido la autoría elogiando a “los combatientes islámicos” que lo realizaron, “matando e hiriendo a cientos y causando una gran destrucción en el lugar antes de que se retiraran a sus bases de forma segura”, aunque no han dado más detalles.
Según ha informado la agencia Amaq del grupo en Telegram, el grupo que se ha atribuido este ataque es el Estado Islámico en Afganistán, conocido como ISIS-K, difundiendo incluso un video de los supuestos autores del atentado. Se trata de la misma filial que en 2022 reivindicó estar detrás del ataque suicida en la embajada rusa de Kabul, y que en 2021 atacaron el aeropuerto internacional de Kabul, donde murieron 13 soldados estadounidenses y decenas de civiles.
Por otra parte, un funcionario de EEUU ha afirmado que llevaba advirtiendo a los rusos sobre la posibilidad de un ataque, según ha podido informar Reuters este sábado.
¿Qué es el ISIS- K?
Esta célula terrorista es una rama afgana del Estado Islámico, conocida como ISIS-K o ISIS de Khorasan, referencia a una antigua región que ocupaba partes de Irán, Afganistán, Turkmenistán, Pakistán, Tayikistán y Uzbekistán. Anunció oficialmente su propósito en un video publicado el 10 de enero de 2015, según el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, en el apogeo del poder del Estado Islámico en Irak y Siria, y está dirigida por un grupo de ex líderes talibanes afganos y paquistaníes que apoyaban al Estado Islámico y que no creían que su propia organización fuese lo “suficientemente extremista”.
Según un documento publicado por Naciones Unidas en 2021, esta organización está compuesta por entre 1.500 y 2.200 miembros situados en el este de Afganistán. Además, según confirmaba el mismo documento, continuarían operando de forma “activa y peligrosa”, reclutando nuevos militantes y talibanes descontentos con la situación actual de su país.
Asimismo, se trata de uno de los grupos más violentos y peligrosos de todas las organizaciones yihadistas que se encuentran en Afganistán. Son sunnitas, una rama mayoritaria del Islam y desprecian a los chiitas, mayoría en Irán. Una de las principales diferencias con el resto de los grupos es que, mientras los talibanes se encuentran limitados geográficamente, el ISIS-K pretende llevar a cabo ataques contra objetivos internacionales, occidentales y humanitarios.
Además, no se trata de un grupo únicamente enemigo de Occidente, sino que también actúan en contra de los propios talibanes. Uno de los motivos es que creen que estos han abandonado la yihad y el campo de batalla por negociar con EE.UU. en “hoteles elegantes” en Doha, Qatar. También los acusan de colaborar con los estadounidenses para evacuar espías.
En cuanto a la relación con Al Qaeda, un informe lanzado por Naciones Unidas el 19 de mayo de 2020 explicaba que “las relaciones entre los talibanes, especialmente la Red Haqqani, y Al Qaeda siguen siendo estrechas y se basan en la amistad, una historia de lucha compartida la afinidad ideológica y los matrimonios entre miembros de ambos grupos”. Su principal objetivo es formar un Califato independiente con partes de Siria e Irak, reconstruyendo la antigua provincia milenaria del Khorasán, de ahí la K en su nombre.
Autor de otros atentados
El 3 de enero el ISIS-K también cometió otro ataque en la ciudad de Kermán (Irán) que dejó 84 muertos. Según explica la inteligencia norteamericana se trata de un grupo que busca emular al antiguo ISIS, que llegó a armar un califato entre Irak y Siria.
Como explicaba Colin Clarke, analista antiterrorista del Grupo Soufan, con sede en Nueva York: “El ISIS-K ha estado obsesionado con Rusia durante los últimos dos años criticando con frecuencia a Vladimir Putin en su propaganda” entre otros motivos por las intervenciones de Moscú en Chechenia, Siria y Afganistán acusando al Kremlin “de tener sangre musulmana en sus manos”. Asimismo, este grupo causa numerosos atentados contra el régimen afgano, aunque su principal enemigo continúa siendo la teocracia que gobierna Irán.
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