Putin entrega “armas pesadas” a Rosgvardia, según la inteligencia británica
La Guardia Nacional rusa dispondrá, tras el frustrado intento de rebelión de Wagner, con un armamento más potente. Sus acciones se centran más en territorio ruso, aunque también han intervenido en Ucrania.
El intento de motín del Grupo Wagner contra la cúpula militar rusa, aplacado por el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, ha dejado al Kremlin sin la que era una de sus unidades más solventes en la guerra. Comandados por Yevgeni Prigozhin, los mercenarios de Wagner han sido importantes en la toma de ciudades como Bajmut y otras destacadas conquistas. Pero las repetidas críticas contra los altos mandos militares rusos, en especial contra el ministro de Defensa, Serguéi Shoigu.
Las reiteradas quejas de Prigozhin por la falta de material militar hicieron mella en una relación que saltó por los aires con la rebelión de los wagneritas. Y si bien no llegó a más, dejó tocada la reputación del Kremlin, además de suponer una importante baja militar para la ofensiva en Ucrania. Pero a grandes males, grandes remedios, pensarán en Moscú. Porque, como explica la inteligencia británica, el presidente ruso firmó el pasado 4 de agosto una ley con la que poder entregar armamento pesado a sus sucesores: la Rosgvardia.
La medida, apuntan los servicios británicos de Defensa, tiene el objetivo de convertir a esta unidad militar en “una de las organizaciones clave para garantizar la seguridad del régimen”. Una decisión tomada recientemente, tras el motín frustrado de Wagner el pasado mes de junio. “El Kremlin está redoblando sus esfuerzos por dotar de recursos a Rosgvardia”.
Qué es Rosgvardia y quién es su líder
Se trata, sin ir más lejos, de la Guardia Nacional rusa, y cuenta con unos 200.000 efectivos de primera línea. “Su forma moderna se remonta a 2016″, añade la inteligencia británica sobre la formación de esta unidad militar. Al frente de esta fuerza interna del gobierno ruso está dirigido por el que fuera guardaespaldas de Putin, Viktor Zolotov. Un tipo, ex del KGB y miembro del Consejo de Seguridad ruso, al que tampoco le ha templado el pulso a la hora de pedir armas más potentes.
Ya antes había solicitado que el equipo pesado debía incluir artillería y helicópteros de ataque, hasta que finalmente lo ha conseguido. A pesar de que Zolotov afirmó que sus fuerzas actuaron “excelentemente” en el motín de Wagner, la inteligencia británica asegura que no hay pruebas acción alguna contra ellos. Una paradoja, cuando era precisamente el tipo de amenaza de seguridad interna para la que fue creada.
“Tras el golpe, las fuerzas armadas rusas confiscaron las armas y el equipo pesado del grupo”, dijo a Newsweek un portavoz del Ministerio de Defensa de Lituania. De acuerdo con la misma fuente, sin las armas pesadas que ahora tendrán las tareas de este grupo estaban muy limitadas. Con misiones centradas básicamente en suelo ruso, también han estado presentes en la guerra de Ucrania para aplacar la resistencia en los territorios ocupados, según señala El Orden Mundial. La ciudad de Jersón y la central de Zaporiyia son algunas de las zonas en las que han intervenido.
Conocida como la “armada privada” de Putin, obedecen directamente al presidente y está compuesta por varios cuerpos de seguridad que pertenecían al Ministerio del Interior. Tras la rebelión frustrada, Zolotov avanzó el plan ahora trazado. “Vamos a presentar este plan a las tropas, no vamos a plantearlo, lo vamos a presentar y solo depende de la financiación”.
Entre sus armas y vehículos, sin contar con las que dispondrán a partir de ahora, cuentan con ametralladoras, drones, fusiles, lanzacohetes y vehículos militares. Más allá de las funciones para la que fue creada, los miembros de Rosgvardia pueden realizar controles de carretera y detenciones o usar la fuerza y disparar sin previo aviso cuando la vida de los civiles o soldados corra peligro.