¿Puede el Grupo Wagner hacer frente a Rusia?

Las cosas se están complicando cada vez más dentro de las fronteras rusas. Lo que hay en la tierra de los Urales ya no es un frente unido. Una de las piezas principales se ha desgajado y amenaza con menear violentamente el tablero. El archiconocido grupo Wagner, que hasta ahora era considerado uno de los mayores activos marciales del Kremlin, se ha declarado en rebeldía después de, según su líder, haber sido atacados con misiles por el ejército regular.

En tan solo unas horas, Prigozhin ha puesto a sus hombres en marcha y avanzado sobre Rusia para “reinstaurar la cordura” en el mando militar. Y no han perdido el tiempo. Ya han tomado la ciudad de Rostov, de más de un millón de habitantes. Su objetivo, han anunciado, es ocupar Moscú. La vanguardia se encuentra a menos de 300 kilómetros de la capital, y a medida que corre el reloj se acercan más y más, aumentando la presión sobre el gobierno.

A pesar de que Putin ha prometido que castigará a todos los que hayan participado en esta “rebelión”, el ejército todavía no se ha enzarzado en enfrentamientos reseñables con las legiones mercenarias. Según los primeros informes, los wagneritas han alcanzado sus posiciones actuales sin encontrar apenas oposición. Es probable, no obstante, que la cúpula del Kremlin haya preferido optar por la mesura y la cautela ante la incertidumbre de cuáles serán los próximos pasos de Prigozhin, que de momento ya ha exigido reunirse con la plana mayor de las Fuerzas Armadas y del ministerio de Defensa.

¿Colisión entre iguales?

El mundo entero, y muy en especial el bloque occidental pro-ucraniano, sigue con atención la desenvoltura de lo que ya puede catalogarse como la mayor crisis interna de Rusia en las últimas décadas. Un preludio de enfrentamiento civil. Sin embargo, queda en el aire una incógnita. A la hora de la verdad, ¿Tiene el grupo Wagner capacidad militar para hacer frente a las tropas regulares? La respuesta es, cuanto menos, compleja.

Sin duda, Prigozhin tiene fuerza suficiente para provocar una situación de angustia coyuntural en Rusia. Las estimaciones de la inteligencia británica apuntan a que Wagner cuenta con unos 50.000 soldados operativos. Pero, además de infantería, también disponen de cantidades considerables de armamento pesado como tanques y otros vehículos blindados. No es, por lo tanto, un contingente que deba tomarse a la ligera.

No obstante, pensando en el largo plazo, no parece demasiado probable el escenario de una guerra civil total, abierta y sostenida en el tiempo. Salvo cambio mayúsculo del escenario por algún acontecimiento inesperado, los batallones del ejército que se han mantenido fieles al Kremlin son inconmensurablemente más numerosos. Rusia es uno de los países con más capacidad de movilización logística y humana en el ámbito de la defensa, pudiendo llegar a disponer de más de un millón de soldados. Además, el gobierno tiene en su poder un extenso arsenal nuclear y unas experimentadas Fuerzas Aéreas. No es, por lo tanto, una colisión entre iguales. Aunque en la guerra nunca se sabe lo que puede pasar.