Los cambios en las oposiciones que se aplicarán a partir de 2024

Con la aprobación reciente de la Ley de Función Pública, los procesos de oposiciones han sido modificados, generando cambios a la hora de afrontarlas para aquellos que aspiran a formar parte de la Administración General del Estado. Uno de los aspectos más destacados de esta legislación es su enfoque en agilizar las pruebas selectivas, con el propósito de hacer más eficientes y rápidos los procesos de selección.

En el contexto de las Ofertas de Empleo Público (OPE), se establece que, a partir del año 2024, las plazas deberán convocarse en el mismo año en que se anuncie la oferta pública. Esta medida busca reducir los plazos de espera para los opositores y garantizar una cobertura más rápida de las plazas disponibles. Además, se introduce un límite máximo de dos años para la ejecución de la convocatoria y se prohíbe que el proceso de oposición se extienda por más de un año.

Otra medida nueva es la posibilidad de volver a convocar plazas que no hayan sido cubiertas en la convocatoria, siempre y cuando no hayan transcurrido más de tres años desde la publicación de la oferta pública de empleo. Esta flexibilidad se adapta a las necesidades de la Administración y brinda una mayor agilidad en la gestión de los recursos humanos.

Pruebas adaptadas a cada comunidad

En el ámbito de las pruebas selectivas, la Ley busca una mayor practicidad al enfocarse en las funciones y tareas específicas asociadas a los puestos de trabajo ofertados. Se promueve la territorialización en la oferta de plazas, permitiendo adaptar las oposiciones a las características y necesidades específicas de cada región.

Además, la normativa introduce evaluaciones de desempeño y nuevos complementos salariales, buscando mejorar la calidad y eficiencia del servicio público. Estas evaluaciones pretenden medir el rendimiento de los funcionarios en ejercicio, promoviendo la excelencia y la mejora continua en el desempeño de sus funciones.