La comunicación no verbal entre Sánchez y Feijóo

El único cara a cara electoral entre Alberto Núñez Feijóo y Pedro Sánchez se llevó a cabo ayer en Atresmedia, en un encuentro marcado por el tono bronco, las continuas interrupciones y los reproches mutuos entre los candidatos favoritos al 23J, durante las casi dos horas que duró el intercambio.

Los momentos más tensos se han producido a cuenta de los pactos entre Partido Popular (PP) y Vox, y los del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) con Unidas Podemos, las referencias de Feijóo a ETA, y las políticas de igualdad y violencia de género.

La importancia de la comunicación no verbal

Ambos contendientes comenzaron la batalla dialéctica con una actitud relajada y una sonrisa tímida, pero se filtró la tensión a través de la comunicación no verbal. Y es que durante estos encuentros políticos, los candidatos se esfuerzan por persuadir y conectar con el público, y su lenguaje corporal, gestos y expresiones faciales pueden influir en la percepción y la credibilidad de su mensaje.

Cabe destacar que estos debates electorales no solo son seguidos por los votantes, sino también por los medios de comunicación y los expertos en análisis político. Estos observadores están atentos a los detalles de la comunicación verbal y no verbal de los candidatos, lo cual puede influir en la forma en que se informa y se comenta el debate y, en última instancia, en la percepción pública de los candidatos y su desempeño.

Pedro Sánchez

En Sánchez, sorprendió el temblor de sus manos. Según expertos consultados por 20minutos, esto se aprecia a la perfección si observamos sus pulgares cuando ilustraba las palabras con sus gestos gestos. También impresionó a los analistas la aceleración de su discurso, su tono descontrolado y las pausas en sus intervenciones.

Sin duda alguna, esto fue un error de comunicación importante, debido a que proyecta inseguridad, nerviosismo, falta de autenticidad e inestabilidad emocional -su estado le llevó a desatender por completo a los moderadores en varias ocasiones-. Además, utilizó la risa de forma descontextualizada, como mecanismo de defensa ante los reproches y las réplicas de su oponente.

Alberto Núñez Feijóo

Por su parte, Feijóo se mostró más respetuoso y sosegado en las formas, pero su estrés se manifestó en un gesto que repitió constantemente durante todo el debate casi como un tic: sacar la lengua para humedecerse los labios. Esto es sinónimo de tener la boca seca, uno de los signos más visibles de la ansiedad.

Y, en general, mostró escasez de intensidad emocional, a la audiencia más racional le puede gustar su estilo, si bien es cierto que la emoción es la vía que moviliza la acción, que remueve opiniones y creencias y hace que las ideas se graben en la memoria de una audiencia.

Pese a ello, su comunicación no verbal reflejó confianza, empatía y dominio de la situación, además de una conexión más fuerte con el público y transmitir una imagen de liderazgo y competencia. El resultado no verbal del debate, según la psicóloga y experta en comunicación no verbal Alicia Martos, podría resumirse en la siguiente frase: “La razón fría de Feijóo se impone a la emoción desbordada de Sánchez”.