Frédéric Mertens señala el posible sustituto de Putin: “Siempre ha querido ser un hombre fuerte”

Un año y dos meses es el tiempo que lleva Ucrania en guerra contra Rusia. A pesar de ello, el conflicto se encuentra en una situación de bloqueo: tanto Moscú como Kiev necesitan más apoyo, más personal y más material para continuar los combates. ¿Qué papel juega China en esta guerra? ¿Qué otros países son importantes para finalizar el conflicto? ¿Hay un sucesor de Putin? El experto en Relaciones Internacionales y coordinador y profesor de la Universidad Europea de Valencia, Frédéric Mertens, responde a Diario AS todas las cuestiones referentes a la actualidad de la guerra de Ucrania.

Tras más de un año desde el inicio del conflicto, ¿en qué punto se encuentra la guerra?

Estamos en una cristalización de la situación, en el sentido de que hay frentes congelados. Los rusos avanzan, avanzan con muchas dificultades en puntos calientes, como se había predicho. Hace ya bastantes semanas y meses que Bajmut sigue siendo un punto de enfrentamiento entre los ucranianos y rusos. Rusia está reformando sus fuerzas y adquiriendo más materiales, porque están obligados a utilizar materiales que se remontan hasta incluso a la Segunda Guerra Mundial y a los años 50 o 60. Les falta personal para formar y enviar al frente. Y los ucranianos pues están pidiendo más armas en la preparación de su contraofensiva, que había sido anunciada a principios de la primavera, pero ahora se dice que atacarán en junio o principios de verano. Atacarán al menos cuando se acabe el fenómeno meteorológico de la rasputitsa, esa mezcla de hielo que se ha descongelado que se mezcla con la tierra y forma un barro que impide el desplazamiento de cualquier vehículo, a no ser que sea por las carreteras, pero los vehículos que van por las carreteras son blancos muy fáciles para atacar.

¿En qué otros países busca apoyo Rusia?

Rusia está intentando conseguir más apoyo, en concreto de China. Pero también los iraníes y los norcoreanos están detrás. Y en el frente tenemos a Ucrania, que está más cerca aún de la OTAN, de la Unión Europea, más cerca del club occidental que apoya a Ucrania. Se pretende lanzar un mensaje a nivel mundial: Occidente también existe, es potente y tiene los medios para proteger y defender su civilización. Al fin y al cabo, cuando miramos la situación global, vemos que Occidente y sus valores son una minoría, y que el resto del mundo no piensa exactamente como nosotros respecto a este asunto ruso ucraniano. Aunque formalmente la mayoría de los estados condena la invasión de Ucrania, a la hora de poner en práctica sanciones o no adoptar discursos políticos al respecto, la situación es más complicada.

Lo último que me viene a la mente es la posición de Brasil a través de Lula, que en un primer momento ha puesto una equidistancia entre Ucrania y Rusia, se ha olvidado de que hay un agresor y un agredido, y después ha tenido que cambiar su discurso porque venía a visitar Europa, porque necesita a China, a Europa y a todo el mundo occidental para reconstruir la economía de su país después de un régimen nefasto de Bolsonaro.

¿Por qué países como Brasil comienzan a desmarcarse de Occidente?

Porque son conscientes de que Occidente está debilitado. La señal estuvo en Estados Unidos. En nuestras propias democracias se sufren contestaciones radicales y populistas, como el asalto al Capitolio. Hay otras señales de debilitamiento, como las dificultades económicas debido a la inflación, el encarecimiento de la energía, la dependencia de la energía rusa… A nivel militar, hay fracasos, por no decir derrotas, estadounidenses, como es el caso de Irak. Son varias señales que lo muestran. Al mismo tiempo, está el declive, o el aparente declive, de Occidente frente al aumento de peso de China, el portavoz del mundo no occidental, que quiere replantear la concepción del orden internacional dominado por una minoría, es decir, la de los países occidentales. Es una ocasión para los países que no entran en este discurso, es una apertura de la tercera vía.

¿Cómo ves el rol que está jugando China en la guerra?

Pues no está haciendo evolucionar nada. China está, por un lado, controlando y vigilando la evolución del conflicto, con la mente siempre en Taiwán y en el mar de China. Como nosotros, los occidentales, y como los estadounidenses, pueden reaccionar a lo que está pasando en Ucrania.

¿Pueden afectar estas tensiones de China con Taiwán y Estados Unidos a la guerra de Ucrania?

Bueno, o al revés. Lo que ocurre en Ucrania puede afectar a la reacción de Estados Unidos en Taiwán, hasta ahora sin fallo. Hay que tener en cuenta que para los estadounidenses, desde Barack Obama, ya había una retirada entre comidas de Europa, que ya no era la prioridad de Estados Unidos. Esto fue más claro con Trump de presidente. Quería hacer saber a los otros países que tenían que participar y contribuir también a su propia defensa. ¿Y por qué decían esto? Porque eran conscientes que el peligro ya no era Rusia, que era China. En la última cumbre de la OTAN, en Madrid, se decía que China se ha convertido en el rival sistemático de la OTAN. No del enemigo, pero sí es sistemático. O sea, es un sistema contra el sistema.

¿Cómo de potente es el ejército de China? ¿Se puede comparar con el de la OTAN?

La OTAN tiene más capacidad, sobre todo Estados Unidos, porque China no tiene realmente experiencia militar. Hay que remontarse a la invasión del Tíbet y la guerra de Vietnam para ver una experiencia china, pero no tiene experiencia militar. Además, a nivel nuclear no tienen nada de potencia, no son tan potentes como Estados Unidos y sus aliados. Sin embargo, las inversiones militares chinas en el ámbito tecnológico han crecido de manera exponencial. Pero ese crecimiento no significa que China, a día de hoy, pueda realmente tutear a las fuerzas militares de la OTAN en su conjunto.

Aparte de China, ¿qué otros países pueden ser importantes para establecer un fin a la guerra?

India, y quizás Turquía a un nivel menor. Incluso a la propia Rusia, en el caso de que el régimen de Putin tambalee, y me da la sensación de que vamos hacia ese camino porque el Kremlin cae más en la paranoia. Se condena a perpetuidad a cualquier persona que manifieste su oposición contra la política del Kremlin respecto a Ucrania. A un opositor le han caído 25 años de cárcel. A un padre, dos años por un dibujo que hizo su hija. Hay una cierta paranoia. Algunos especialistas de Rusia han comparado la censura y represión interna de Rusia con la de la Unión Soviética de los años 30. Esto es una señal, creo, de que ya hay tensiones en el interior del Kremlin o alrededor del Kremlin, y eso no puede durar de manera indefinida. Podemos plantear una eliminación política, por no decir física, de Putin. A ver qué puede pasar. Pero ya hay quien reclama el fin de la guerra, porque es un desastre.

¿Te refieres a presiones en la oposición?

No, la oposición está casi suprimida. Es en la élite rusa donde hay tensiones.

En caso de que Putin caiga, ¿ya hay un posible sucesor para liderar el país?

No hay. Los nombres que circulan vienen de fuera del país. Se habla del líder del grupo Wagner, que siempre ha querido ser un hombre fuerte, pero ahora se ha creado otra milicia para competir con ellos. Se llama Konvoy. Su fundador ha debido recibir apoyo de Putin para evitar que el de Wagner pretenda llegar más lejos.

Volviendo al frente de batalla, se ha hablado mucho de la contraofensiva ucraniana, pero la viceministra de Defensa negó esta semana una operación de este calibre. ¿Descartamos entonces la contraofensiva?

Es difícil de predecir, porque tanto para los ucranianos como para los rusos es mejor no desvelar lo que se hace. Sería lógico que hubiera una contraofensiva por parte de Ucrania, incluso de Estados Unidos. En la última visita de Biden a Ucrania, parece ser que le dijo a Zelenski que, si quería hacer una contraofensiva, este era el momento, porque, esto no se lo ha dicho, está claro que los occidentales no vamos a poder mantener el apoyo material y económico a Ucrania. Es decir, hay que acabar este conflicto cuanto antes. Como occidentales, no podemos permitirnos la victoria de Rusia, sería dar una señal a China y a los demás de que no somos invencibles.

¿Cómo crees que puede desarrollarse la guerra en los próximos meses?

La guerra va a continuar durante unos meses, porque va a seguir en la parte este y vamos a tener el problema de Crimea. El conflicto va a durar, a no ser que la contraofensiva, si la hay, sea de tal magnitud que desmorone el ejército ruso, y eso provoque un terremoto en el Kremlin.