Encuesta inmigración: los votantes de derechas, especialmente preocupados por la inmigración
La inmigración es percibida como un problema por el 41% de los encuestados por 40dB, 7 de cada 10 consideran que los inmigrantes asumen los empleos que los españoles rechazan.
Según ha publicado EL PAÍS y la Cadena SER en su barómetro mensual realizado por la empresa 40dB sobre inmigración, el porcentaje de españoles que cree que hay demasiada inmigración aumenta entre los votantes conservadores.
La inmigración inquieta en mayor medida a los votantes a éste sector: 7 de cada 10 electores de Vox y SALF se muestran muy preocupados por ella. Casi 9 de cada 10 ciudadanos piensan que la inmigración en España ha crecido durante la última década, mientras que más de la mitad cree que actualmente hay demasiadas personas inmigrantes.
De hecho, casi un 59% de los españoles considera que cuenta con mucha o bastante información sobre el fenómeno de la inmigración. Los votantes de Vox y SALF son quienes más informados afirman estar.
La televisión es, con mucha diferencia, el canal por el cual más ciudadanos reciben información sobre asuntos relacionados con la inmigración. Aunque las redes sociales son muy populares entre votantes jóvenes y votantes conservadores.
6 de cada 10 españoles consideran que se difunden bulos relacionados con la inmigración con bastante o mucha frecuencia. Los votantes más de centro izquierda son los que más cantidad de noticias falsas perciben en los mensajes que reciben.
La mayoría de la ciudadanía cree que la proporción de personas inmigrantes en España es superior a la real. De media, piensan que hay más del doble de inmigración de la que realmente hay. El dato exacto es que hay un 13,2% de inmigrantes. El 53,8% sobrevalora el porcentaje de población extranjera en España.
Quién cree que hay más inmigración
La percepción de que la población inmigrante es excesiva en España es mayoritaria entre el electorado de derechas y compartida por 4 de cada 10 votantes del PSOE. Son dos factores, inseguridad y sobrecarga de los servicios públicos, las ideas que los españoles más asocian a la inmigración. En esta línea, 3 de cada 4 la vinculan con algún concepto negativo. Asocian la inmigración con un concepto positivo el 45,3%, y con un concepto negativo el 74,8%.
En esta línea, más de la mitad de los españoles asocian la inmigración con conceptos únicamente negativos, especialmente aquellos que votan a partidos conservadores. La inmigración sólo tiene connotaciones netamente positivas para los votantes de Podemos y Sumar.
7 de cada 10 consideran que los inmigrantes asumen los empleos que los españoles rechazan, pero también que reciben demasiadas ayudas públicas. Más de la mitad piensan que hacen aumentar la delincuencia, pero son minoría quienes creen que les quitan el trabajo a los españoles.
Sólo los electores conservadores opinan que las personas inmigrantes traen delincuencia a España y colapsan la sanidad pública; los votantes del PSOE consideran, igual que ellos, que reciben demasiadas ayudas públicas.
Los hombres de la generación Z se alinean mucho más con estos discursos sobre si los inmigrantes reciben “demasiadas ayudas”. La mayoría de los españoles considera adecuado permitir (con limitaciones), la entrada en el país de los diversos perfiles de personas migrantes. La ciudadanía sería más permisiva con la llegada de estudiantes extranjeros y más restrictiva con la de trabajadores poco cualificados.
Mientras los votantes más progresistas se oponen (en mayor medida) a la entrada de extranjeros adinerados, los electores más conservadores son más restrictivos con el resto de perfiles de menor estatus socioeconómico, especialmente con los trabajadores poco cualificados y los refugiados.
Qué hacer con los refugiados
El rechazo a la llegada de refugiados bélicos y políticos, aunque sigue siendo minoritario, se dispara entre los hombres más jóvenes: un 15,6% no permitirían la entrada en España a estas personas, el triple que entre las mujeres de su misma generación.
La acogida de refugiados recibe el apoyo de todos los electorados, mientras que los votantes de Vox y SALF son los únicos que valoran negativamente la agilización de los trámites de regularización y la tutela de los menores inmigrantes no acompañados.
Discriminación por lugar de origen
Cuando se trata de decidir sobre la entrada de personas migrantes en función de su procedencia, la opción más popular sigue siendo el permiso limitado. Casi 1 de cada 4 españoles vetaría la llegada de población magrebí y 1 de cada 6 restringiría la de personas subsaharianas.
Por afinidad a los diferentes partidos, no se observan diferencias en la restricción a la entrada de inmigrantes occidentales, pero sí del resto de perfiles procedentes de países, a priori, más pobres, que son vetados en mayor medida por los votantes conservadores.
Entre los hombres más jóvenes crece intensamente el rechazo a la entrada en España de personas procedentes del Magreb y el África subsahariana, distanciándose de las mujeres de su generación, mucho más permisivas.
Los españoles, por lo general, no tendrían problema en que sus hijos se emparejaran con personas de otros países europeos, asiáticos o latinoamericanos. Sin embargo, cuando se trata de parejas magrebíes o subsaharianas, la tasa de rechazo crece hasta el 34% y el 26%, respectivamente.
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