José María Peredo: “España tiene que hacerse a una nueva circunstancia si gana Trump”

Este martes 5 de noviembre Estados Unidos escoge su futuro para los próximos cuatro años. En un lado del ring, Kamala Harris, apadrinada por Joe Biden, sustituta de última hora de este y potencial primera presidenta estadounidense. En el otro, Donald Trump, el expresidente que revolucionó la política del país y que actualmente es culpable de 34 delitos por el caso ‘Stormy Daniels’. Las encuestas muestran unas elecciones ajustadísimas en las que el voto de los siete ‘swing-states’ será la llave que decidirá el próximo líder de EEUU.

José María Peredo, catedrático en comunicación y política internacional de la Universidad Europea de Madrid, analiza para Diario AS algunas de las claves en los comicios de este martes y cómo puede afectar a España la victoria de cada candidato.

Pregunta: ¿Por qué hay tantísima igualdad en las encuestas?

Respuesta: “Son unas elecciones muy reñidas. Las encuestas han marcado en algún momento una pequeña ventaja de Kamala Harris, luego un leve crecimiento de Trump, pero se ve mucha igualdad. La polarización es un fenómeno que algunos denominan ‘calcificación’, es decir, que la sociedad está muy fracturada. Hay un voto ‘trumpista’ muy establecido, que al principio era muy nuevo, pero ya ha llegado a sectores trabajadores y marginales. Algo similar ocurre con Harris, que viene de un gobierno moderado, liberal pero no progresista. Harris ha ido acomodando su discurso a ese espectro político y ha conseguido aglutinar al Partido Demócrata. Todo eso ha producido una clarísima polarización y la gente votará porque están en juego dos formas diferentes de entender a Estados Unidos”.

“El que dice que va a votar demócrata lo está diciendo muy claro, y también el que dice que va a votar a republicano. Pero la movilización del electorado demócrata o republicano va a ser en los estados clave, los siete ‘swing-states’. Ahí es donde está el partido, lo que marcará la tendencia. El resultado será ajustado y en algunos estados es posible que se pidan recuentos”.

P: En 2016 la gente temía admitir que iba a votar a Trump y por eso su victoria fue una sorpresa, porque las encuestas no recogían ese ‘voto oculto’. Esa reticencia ahora ha desaparecido.

R: “Esas elecciones son muy buen ejemplo, ahí se daba la victoria a Hillary Clinton y de hecho ganó por número de votos. Sin embargo, los ‘swing-states’ cambiaron la tendencia prevista. No creo que la sociedad americana se haya polarizado a causa de Trump, sino porque la polarización lleva invadiendo desde hace dos décadas a varios países y varias democracias. Yo diría que tiene más que ver con la digitalización, las redes sociales, con al crisis económica que ha afectado a algunos sectores… Trump llegó a la presidencia a través de esa vía. Ahora tenemos a otro Trump, ha cambiado, conoce el sistema institucional”.

P: A veces da la sensación que da igual quién llegue a la Casa Blanca, que la diferencia entre los candidatos es ideológica. Por ejemplo, ¿podría Harris establecer un sistema de salud universal, el ‘ObamaCare’? ¿Cambiará demasiado la política exterior si gana Trump?

R: “Sí que es cierto que da esa sensación. En muchos casos se han dado esa convergencia de perfiles, pero en las últimas elecciones los candidatos sí que diferían. En política interior sí que hay dos maneras de entender el desarrollo de política. Una materia económica, Trump reduce los impuestos de manera universal, no solo a los ricos, porque cree que si la sociedad tiene más dinero incentiva la economía y mejora el país. Por esa misma razón quiere también bajar los impuestos a las empresas. Harris no ha hablado de aumentar impuestos, ahí se ve el asunto al que te refieres. Ella establece un modelo más europeo, quiere que la política económica impacte en las clases medias, es un concepto liberal tradicional, es decir, libre comercio, libre empresa, actividad económica libre y sin trabas, pero que esos beneficios impacten en las clases medias, que no haya privilegios. Ese es un ejemplo de dos maneras diferentes de entender EEUU”.

“En materia de derechos civiles, hay una división evidente, por ejemplo, en el tema del aborto. En materia de política exterior, podemos creer que Harris siga con la línea de Biden, pero viene marcada por varios aspectos, porque EEUU entra en un mundo en el que es la potencia mundial, pero no puede actuar de forma unilateral, por lo que apostará por mantener las alianzas que ya tenía. Eso es positivo para España y Europa. Trump también, pero siempre inspirado por los intereses nacionales. Ahí sí que puede haber variaciones: Biden está volcado en parar a Rusia, apoyar a Ucrania y aportar a la OTAN, mientras que Trump podría forzar una negociación, pero nunca para ponerse del lado de Rusia”.

P: ¿Y en el caso de Oriente Medio?

R: “Israel es un aliado estratégico de EEUU y ahí no va a haber variación. Estados Unidos tiene bases militares e intereses energéticos en la zona y eso no va a cambiar de la noche a la mañana”.

P: El votante demócrata exige cada vez más una respuesta más contundente contra Israel

R: “Sí, una parte del votante. También de los republicanos, aunque estos no se manifiestan. Harris es partidaria de la solución de dos estados, pero hace falta mucho liderazgo para poner en marcha eso. Trump creo que identifica el asunto no en torno a los palestinos, sino en la acción de los grupos terroristas. Lo que sí que ha cambiado es que ya no existe la opción de que EEUU e Irán negociasen un alto el fuego en la zona. Ninguno de los candidatos va a modificar la política de acercarse a Irán, que en estos momentos es un país hostil, desestabilizador y agresor del orden internacional”.

P: Es un momento complicado para EEUU si quiere hacerse amigo de Irán

R: “Eso, de momento, no está sobre la mesa. Quizás presionar a Netanyahu para que detenga sus acciones, que creo que están muy avanzadas y bajo un nivel de victimización absolutamente intolerable. Para Trump sería todo un logro conseguir un alto el fuego, también para Harris”.

P: ¿Teme Israel la victoria de Trump?

R: “Netanyahu creo que teme cómo va a terminar su carrera política y ha estado muy cómodo con el Gobierno de Biden, que no ha sido débil, ha sido firme. Netanyahu y Trump han tenido sus diferencias personales. Por otro lado, con la llegada de Harris entraría en juego el liderazgo de una mujer, algo nuevo y que aportaría seguramente nuevas claves en las negociaciones con el resto de líderes internacionales. Hay una puerta de duda, pero Israel seguirá siendo aliado prioritario de EEUU”.

P: ¿Cómo afectaría a España la victoria de un candidato a otro?

R: “España debería tener en cuenta los dos escenarios. Si gana Harris será positivo, porque parece que será una continuidad de la Administración de Biden, en la que España no ha perdido protagonismo y ha sido un aliado estratégico. Si gana Trump, España tiene que hacerse a una nueva circunstancia, como un país que es socio y aliado dentro de la OTAN y bilateralmente, porque EEUU valora la relación con España por el tema militar, el de las bases. Eso es un valor que tiene España, su propia defensa y seguridad”.

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