Fue a raíz de la Gran Depresión de octubre de 1929 cuando se acuñó la expresión “cuando Estados Unidos estornuda, el mundo se resfría”. Una frase aplicada, por aquel entonces, al ámbito financiero, aunque en este caso, también podría aplicarse al contexto geopolítico resultante de las elecciones norteamericanas.

El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca cuatro años después, supondrá un claro punto de inflexión en la gestión de la administración de Joe Biden. Tanto a nivel nacional, en las políticas de país, como en política exterior, en lo que respecta al conflicto bélico en Ucrania y la situación en Oriente Medio. También a nivel financiero, con la más que probable vuelta de la política de aranceles impuesta a las importaciones.

Trump, en campaña, ya anunció su intención de aplicar aranceles de hasta el 10% a todas las importaciones, a excepción de China. En el caso del gigante asiático, ese porcentaje se incrementa al 60%. Según las estimaciones realizadas por el Instituto de Economía de Alemana, el coste para las arcas del bloque comunitario europeo ascendería a 180.000 millones de euros.

España, séptimo país exportador a Estados Unidos

El año pasado, nuestro país fue el séptimo mayor exportador a Washington. Las cifras actuales recogidas por el Observatorio de Complejidad Económica (OEC, por sus siglas en inglés), correspondientes a julio de este año, revelan que Estados Unidos exportó $1,66MM e importó $1,99MM desde España, resultando en un balance comercial negativo de 336 millones de dólares.

Los principales productos exportados desde España hacia el país norteamericano fueron medicamentos envasados, por valor de 188 millones de dólares, es decir, más de 175 millones de euros. También cabe destacar otros productos como el petróleo refinado, transformadores eléctricos y productos sanitarios como vacunas o antisueros, entre otros.

Empresas españolas exportadoras a EE.UU, las principales afectadas

De este modo, decenas de miles de empresas españolas que exportan a Estados Unidos serían las principales damnificadas del regreso de los aranceles de Trump. Productos como el aceite de oliva, producto del cual España es el primer exportador a nivel mundial, podría ser uno de los afectados. Además, la primera administración de Trump ya aplicó aranceles a la importación de este producto.

A su vez, otro tipo de productos que lideran las exportaciones al país norteamericano se verían afectados por esa posición proteccionista, entre ellos, los mencionados anteriormente. También el sector de la automoción se vería perjudicado si Donald Trump decide apostar finalmente por aumentar los aranceles a la importación de vehículos extranjeros y en concreto, europeos.

Este es uno de los sectores más sensibles a la imposición de aranceles, dado que la competitividad de los fabricantes europeos en el mercado se resentiría, en comparación a los fabricantes norteamericanos. Por concluir, los efectos de una guerra comercial también podría afectar a la economía nacional, y condicionaría sus exportaciones.

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