El socialista Nicolás Redondo carga contra el PSOE
El expolítico cree que el gobierno se está dejando “secuestrar por un prófugo” y esta legislatura será uno de los “episodios más bochornosos” de la España moderna.
Nicolás Redondo, político y sindicalista español, que tuvo influencia en el panorama político, siendo diputado en el Congreso de los Diputados en distintas etapas, considera que el gobierno se está dejando “secuestrar por un prófugo”, como es Carles Puigdemont, y cree que esta nueva legislatura será uno de los “episodios más bochornosos” de la España moderna. A Redondo no le ha gustado nada que el Ejecutivo de Pedro Sánchez que haya accedido a las peticiones del dirigente de Junts para conseguir la Presidencia del Congreso.
“Hemos aceptado que el árbitro de la política española sea un personaje que oscila entre el carlismo decimonónico y Trump”, considerando “inadmisible” el depender de un “un político fugado”.
“El PSOE debería saber que en política no se puede hacer todo lo que no es un delito”, ha insistido el expolítico, que considera que “es todavía más intolerable que el Gobierno de España se deje secuestrar por un prófugo”.
Redondo insiste en que esta legislatura “se situará en la lista de los episodios más bochornosos de nuestra historia moderna”, pues “El acuerdo de todos los partidos anticonstitucionales ha funcionado en la mesa del Congreso y funcionará para la investidura de Pedro Sánchez”.
Los “progresistas” nos han devuelto al siglo XIX
El socialista acusa de “lamentable, nos devuelve a la España retrasada, de pandereta, la que el resto de los europeos vieron durante tiempo como una anomalía”. Sentenciando que “el PSOE no representa la izquierda que necesita España” pues esta generación se ha puesto del lado de “quiénes frecuentemente en nuestra historia frustraron las ilusiones de progreso de los españoles, porque en el siglo XIX fue el carlismo y hoy es un integrismo nacionalista egoísta, xenófobo y antieuropeo”.
Nicolás lo tiene claro, “lo que permitiría que los españoles durmieran tranquilos sería que los partidos nacionales llegaran a acuerdos, impidiendo unas elecciones anticipadas y evitando la ignominia de depender de un fugado”.
“La igualdad, la libertad de parte de los ciudadanos españoles, el respeto a la ley y a los usos democráticos, quedan suspendidos en España. La concordia mínima para que una democracia funcione, disuelta. La posibilidad de una política reformista, que haga de España un país capaz de enfrentarse al futuro, abolida”, continuó.
Para terminar, hace un llamamiento para “reivindicar los valores de la Transición y, para muchos ciudadanos, los de una izquierda reformista, institucional, nacional y que mire al futuro”.