“EEUU y Rusia están al borde de un conflicto armado”
El viceministro de Relaciones Exteriores, Sergey Ryabkov, reconoció en la cadena pública rusa la situación límite que atraviesan Washington y Moscú. “Estamos al borde del precipicio”.
Rusia y Estados Unidos se encuentran “al borde de un conflicto armado”. Así lo reconoció en una entrevista a la televisión pública rusa el viceministro de Relaciones Exteriores, Sergey Ryabkov, definiendo de esta manera la situación límite entre Moscú y Washington.
“Estamos trabajando para evitar que las relaciones con EE.UU se sumerjan en el abismo de un conflicto armado abierto. Ya estamos parados al borde, al borde de este precipicio”, declaró. Unas declaraciones que se producen 48 horas después del ataque al Kremlin por parte de dos drones y del que Rusia señaló directamente a Ucrania como responsable, y posteriormente al país norteamericano. Ryabkov acusó al país norteamericano de “promover la idea de la no participación de Washington” en ese ataque.
Asimismo, el viceministro también acusó a EE.UU de “continuar con sus políticas de escalada” con el objetivo de “utilizar a sus subordinados en Kiev, sus títeres, para organizar y llevar a cabo actos de provocación cada vez más audaces y peligrosos”. En el Kremlin siguen convencidos de que la Casa Blanca está detrás del ataque a la sede del Gobierno ruso, mientras que en la capital estadounidense niegan tajantemente esta versión. “No tenemos nada que ver con eso”, dijo el portavoz, John Kirby.
Por su parte el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, puso en duda la teoría rusa. “Simplemente no lo sabemos”, dijo durante un encuentro organizado por ‘The Washington Post’. Rusia mostró su enfado al comprobar que Estados Unidos no condenaba lo ocurrido. “Esperábamos que la administración tuviera las agallas y la dignidad de condenar este acto terrorista. Hoy Estados Unidos está protegiendo a los criminales de Kiev”, dijo el embajador ruso en EEUU, Anatoli Antonov.
La invasión de Ucrania erosionó por completo las relaciones bilaterales entre ambos países, agravándose igual e incluso más que durante el periodo de la Guerra Fría. Unas relaciones que, desde la disolución de la URSS y con la llegada de Vladimir Putin a la presidencia rusa, experimentaron a lo largo de los últimos años diferentes vaivenes. Tan sólo con Donald Trump mantuvo una relación cordial, hasta las sanciones contra las empresas rusas, y el bombardeo de EEUU a una base aérea rusa en Siria.
Nueva política exterior rusa con respecto a EE.UU
Según un documento recientemente redactado por el Kremlin, donde se establecen las bases de lo que será la acción del gobierno en el panorama internacional, la política exterior con respecto a EE.UU será más beligerante, combatiendo la influencia estadounidense a lo largo y ancho del planeta. En varios apéndices se recoge el objetivo de Rusia de “eliminar los vestigios del dominio de Estados Unidos y otros Estados hostiles en los asuntos mundiales”.
Ambas superpotencias se han disputado históricamente la influencia sobre regiones del mundo con claro interés geoestratégico. Estados Unidos lo ha hecho en las últimas décadas junto con sus aliados de la OTAN, comprobando así como el colapso de la antigua URSS, que daría paso a lo que hoy se conoce como la Federación de Rusia. No sólo tienen intereses encontrados en la guerra de Ucrania. En la región Asia-Pacífico, Estados Unidos va de la mano de Corea del Sur y Japón, mientras Rusia lo hace de la mano de China y Corea del Norte.