EEUU simula una guerra con China con sorprendentes resultados
La simulación muestra una victoria “pírrica” de Washington, aunque con efectos devastadores para ambos bandos.
La tensión latente que mantienen China y Estados Unidos, las dos grandes potencias mundiales de nuestra época, es algo que en algún momento puede saltar por los aires. Un ‘click’ que puede producirse de un día para otro y que desencadenaría un conflicto a gran escala con imprevisibles consecuencias. La guerra de Rusia en Ucrania parece haber abierto la caja de Pandora y el enfrentamiento entre ambas potencias no sería extraño que se produjera.
De hecho, desde la Fuerza Aérea de Estados Unidos, el general Mike Minihan ya llegó a ponerle fecha a comienzos de año. “Espero equivocarme. Mi instinto me dice que estaremos en combate en 2025″. El punto crítico que desencadenería este conflicto sería Taiwán, que China considera como algo propio y que desde Washington defienden. Desde el estado insular, por su parte, el ministro de Exteriores Joseph Wu cree que habrá que esperar dos años más, en 2027. “Será el año. Estamos tomando muy en serio la amenaza militar china”, llegó a advertir.
Y la parte china tampoco evita hablar de esta posibilidad. El ministro de Defensa, Li Shangfu, en su primera comparecencia en junio, dijo lo siguiente. “Una guerra entre China y Estados Unidos sería un desastre insoportable para el mundo”. Pedía, a su vez, entendimiento para evitar tener que llegar a esta situación. ¿Qué pasaría llegado el momento? Es lo que ha intentado predecir el Centro de Estudios Estratégicos Internacionales (CSIS), que ha elaborado una extensa simulación con los resultados, devastadores para ambos bandos.
Una victoria que podría lograr cualquier bando, pero que a su vez no sería tal viendo la posterior reconstrucción de ambos ejércitos y de la isla de Taiwán. “Estados Unidos podría obtener una victoria pírrica, sufriendo más, a largo plazo, que los chinos derrotados. Además la percepción de los altos costes podría socavar la disuasión en EEUU entre la población”, señala el informe. Un ataque que China podría llegar a lanzar si cree que EEUU no está dispuesto a pagar ese precio social.
China da el primer paso
De acuerdo con las simulaciones realizadas por el CSIS, se tomaron como referencia otros conflictos como los de Normandía o las Malvinas. “La invasión siempre comienza de la misma manera: un bombardeo inicial chino destruye la mayor parte de la marina de Taiwán. La armada china rodea Taiwán e impide cualquier intento de llevar barcos y aviones a la isla sitiada”, señala el documento.
Es entonces cuando los miles de soldados chinos cruzan el estrecho y toman la isla por mar y aire. “Sin embargo, la invasión china se hunde rápidamente. A pesar del bombardeo masivo de China, las fuerzas terrestres taiwanesas fluyen hacia la playa, donde los invasores luchan por acumular suministros”, prosigue. Pronto entra en juego la fuerza de Estados Unidos, con bombarderos ayudados por las Fuerzas de Autodefensa de Japón, consiguiendo detener a la armada china.
La defensa taiwanesa, clave
Para que todo lo anterior sea efectivo, antes Taiwán debe resistir la ofensiva y dar margen para la reacción estadounidense. Una defensa que los expertos llaman ‘la estrategia del puercoespín’. Ante el peligro, muestra sus afiladas púas para disuadir a los enemigos. “El dolor de pisar las púas del animal se convierte en el principal impedimento para aplastarlo”, dijo en su momento el diario Taipei Times.
Una defensa necesaria toda vez que la diferencia entre uno y otro ejército es abismal. “Resistir al enemigo en la orilla opuesta, atacarlo en el mar, destruirlo en la zona litoral y aniquilarlo en la cabeza de playa”, destaca el documento. Para ello, las armas defensivas móviles y ocultas, así como los misiles antiaéreos y antibuque, serían clave.
Pérdidas por ambos bandos
Para una victoria estadounidense sería clave reforzar sus actuales alianzas con Japón y Corea del Sur, con el fin de emplear sus bases militares. China, al estar más cerca de la zona de conflicto, tendría más fácil el envío de tropas y armamento militar que Estados Unidos, lo que podría resultar vital. Mientras que EEUU debería incrementar su arsenal de misiles de crucero de largo alcance, Taiwán debería emplear recursos para mejorar su ejército de Tierra.
El conflicto dejaría una cantidad de muertos por encima de los visto recientemente. En apenas tres semanas de guerra las muertes podrían ser la mitad del total de los 20 años de combates en Irak y Afganistán. “Durante el apogeo de las guerras en Irak y Afganistán, Estados Unidos sufrió alrededor de tres muertes por día. En la Guerra de Vietnam, en 1968, Estados Unidos perdía 30 hombres al día”, afirma el documento. En este caso, podría alcanzar los 140 muertos por día, algo menos de la mitad que durante la Segunda Guerra Mundial (unos 300).
Michele Flournoy, ex subsecretaria de defensa para la política, llegó a decir que los “juegos de guerra propios del Pentágono muestran que los planes de fuerza actuales dejarían a los militares estadounidenses incapaces de disuadir y derrotar la agresión china en el futuro”. Un panorama desolador, a lo que habría que añadir las pérdidas militares. Con ambos ejércitos entre los más grandes del mundo, según la web Global Firepower, el conjunto de Estados Unidos y Japón perderían hasta 382 aviones de combate (270 y 112, respectivamente) y 43 buques de guerra (17 y 26). China, por su parte, perdería 155 aviones y 138 buques.