Dinamarca reacciona tras anunciar Trump que quiere comprar Groenlandia
El republicano lanzó esta idea en campaña cuando designó nuevo embajador en el país danés. En 2019 anunció la misma intención, aunque Dinamarca admitió que no estaba en venta.
Donald Trump lanzó varias ideas expansionistas en su última campaña electoral, antes de proclamarse ganador de las elecciones presidenciales a la Casa Blanca. México y Canadá fueron algunos de los lugares mencionados por el republicano.
Aunque hay uno que ya intentó comprar cinco años atrás. Se trata de Groenlandia. El republicano anunció así su intención de comprar el territorio autónomo danés. “La propiedad y el control (de Groenlandia) son de una necesidad absoluta para Estados Unidos”, llegó a afirmar meses atrás el presidente electo, que tomará posesión de su cargo el próximo 20 de enero.
Perteneciente a Dinamarca desde el siglo XIII, y ubicada entre el Océano Atlántico y el Océano Glacial Ártico, Groenlandia cuenta con una población que apenas llega a los 60.000 habitantes. Su capital y ciudad más poblada es Nuuk, con un total de 19.000 habitantes. En 2019, pese al interés por comprarla, Copenhague dio un portazo a las intenciones de Trump por controlar la isla.
Dinamarca responde con un aumento del gasto militar
Sin embargo, el Gobierno danés no se ha quedado de brazos cruzados, y su reacción no se ha hecho esperar, con el fin de reivindicar la soberanía danesa sobre la isla. Esta ha llegado en forma de un fuerte incremento en el gasto militar.
Troels Lund Poulsen, ministro de Defensa, ha asegurado que el incremento alcanzará una “cantidad de dos dígitos en miles de millones” de coronas danesas. Un mensaje que se suma al del primer ministro danés, Mute Egede. “No estamos en venta”, sostuvo. No es el único territorio al que ha hecho Trump con un mensaje de similares características
“Pediremos que el Canal de Panamá vuelva a nosotros”
Días atrás, hizo alusión a la propiedad del Canal de Panamá, cuyo control transfirió Estados Unidos a la Autoridad del Canal de Panamá por medio de los Tratados Torrijos-Carter. Trump consideró como “una estafa” las tarifas que Panamá aplica a Washington, y por ello reclamó que el control del canal de navegación regrese a manos estadounidenses.
“Las tarifas que impone Panamá son ridículas, especialmente si se tiene en cuenta la extraordinaria generosidad que Estados Unidos ha tenido con Panamá. Una completa estafa. Si los principios, tanto morales como legales, de este magnánimo gesto de generosidad no se siguen, entonces pediremos que el Canal de Panamá vuelva a nosotros, por completo y sin preguntas”, expuso.
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