POLÍTICA
¿Cuándo se fundó el Estado de Israel y cuál era el plan de la ONU de partición de Palestina?
El Estado de Israel nació el 14 de mayo de 1948. La ONU había aprobado un año antes la Resolución 181, conocida como el plan de partición de Palestina, tras años de conflicto en la región.
El final del Imperio Otomano llegó tras la derrota de la Triple Alianza en la Primera Guerra Mundial (1914-1918). La partición de su extenso territorio se produjo a lo largo de los cinco años posteriores al conflicto, con el Armisticio de Mudros (1918) y los Tratados de Sèvres (firmado en 1920 pero no ratificado) y Lausana (1923).
Este último documento ponía las fronteras de la actual Turquía, ya bajo el mandato de Kemal Atatürk. No obstante, algunos años antes, dos de las potencias vencedoras de la Gran Guerra ya controlaban de facto las regiones más importantes de Oriente Medio, que habían pertenecido a los otomanos durante largos años. La Sociedad de Naciones había estipulado tres territorios bajo mandato en 1922:
De la Declaración Balfour al Compromiso McMahon
Respecto al mandato en Palestina, se trataba de una región histórica con fuerte influencia de judíos, musulmanes y católicos. En 1917, el Gobierno británico había hecho pública la Declaración Balfour, una manifestación formal en la que apoyaba la creación de un “hogar nacional”, como respuesta a la demanda sionista de crear un Estado en la región histórica de Palestina.
Por otro lado, los británicos también habían hecho guiños a los árabes a través del Compromiso McMahon, que buscaba el apoyo de Husayn ibn Ali, jerife de la Meca, contra el Imperio Otomano a cambio de la futura creación de un Estado panárabe en la zona. Mientras Reino Unido realizaba estas promesas, negociaba en secreto con Francia el Acuerdo Sykes-Picot, para el posible reparto de la zona de Oriente Medio si los aliados ganaban la guerra.
De la Conferencia de San Remo al Libro Blanco
La posterior Conferencia de San Remo, celebrada en 1920 por los ganadores de la Gran Guerra, confirmaba el reparto de los tres territorios bajo mandato e incluía la Declaración Belfour, pero sin detallar cómo este nuevo hogar judío podía convivir con aquellos que ya habitaban en la región, quienes no fueron consultados.
Tras la Declaración Balfour, miles de judíos fueron llegando a Palestina, lo que aumentó el recelo de los locales. Una década después, y para dar una solución al problema entre judíos y palestinos, se creó la Comisión Peel, conocida formalmente como la Palestine Royal Commission, que publicó un informe en el que, por primera vez, declaraba que el mandato se había convertido en inviable y recomendó la partición en dos estados, una medida que los palestinos no aceptaron.
La tensión continuó en aumento con la Gran Revuelta Árabe de 1936, que estaba en contra del mandato británico y de la llegada de más judíos. La revuelta fue sofocada en 1939 y supuso el exilio para líderes como el jefe del Comité Supremo Árabe, Amin al-Husayni, quien huyó a la Alemania nazi.
Los británicos publicaron en ese mismo año el Libro Blanco de McDonald, que restringía a 75.000 la entrada de judíos en Palestina en cinco años e impedía la compra de nuevas tierras a los hebreos. Todo ello en un contexto en el que Hitler había comenzado a anexionarse territorios de Europa y miles de migrantes judíos comenzaron a ser expulsados de sus hogares, perseguidos y enviados a campos de concentración.
De la Segunda Guerra Mundial a la Resolución 181 de la ONU
Pese a que la mayoría judíos y palestinos bajo mandato británico apoyaron la causa contra los nazis acudiendo a la guerra, la tensión iba en aumento en la región. Grupos moderados como Haganá colaboraron con el Imperio Británico en la lucha contra los sionistas radicales de Leji, quienes asesinaron en 1944 a Lord Moyne, ministro británico para Oriente Medio. Desde Londres, la política de inmigración con los judíos que querían llegar al Mandato palestino seguía igual, a pesar del Holocausto y la muerte de millones de personas.
En 1945, se creó el Movimiento de Resistencia Judía, formado por la Haganá, el Irgún y el Leji, como reacción a la política británica hacia los judíos y su acercamiento a los países árabes, que habían formado la Liga Árabe. Los atentados se sucedieron. Entre ellos, la Noche de los Trenes, la Noche de los Puentes y el atentado al Hotel Rey David de Jerusalén, sede de la Comandancia Militar del Mandato Británico de Palestina, en el que murieron 92 personas.
Ante esta situación, los británicos anunciaron el abandono del Mandato sobre la región en febrero de 1947 y en noviembre del mismo año la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU), heredera de la Sociedad de Naciones, aprobó un Plan de partición de Palestina.
La Resolución 181 proponía dividir la parte occidental del Mandato en dos Estados, uno judío y otro árabe, con un área, que incluía Jerusalén y Belén, bajo control internacional.
El 14 de mayo de 1948 nace el Estado de Israel
El 14 de mayo de 1948, horas antes de la expiración del Mandato británico, Israel proclama su independencia y da comienzo la Guerra árabe-israelí de 1948.
El mismo día de la retirada británica, tropas de Egipto, Iraq, Líbano, Siria, Transjordania, Arabia Saudí y Yemen invadieron el Estado de Israel. Tras más de un año de lucha, fueron derrotadas. Al término de la contienda, Israel aumentó su territorio respecto al plan de partición, mientras que Egipto ocupó la Franja de Gaza y Transjordania se estableció en Cisjordania. Para los palestinos comenzó la Nakba o catástrofe. Se estima que unas 750.000 personas se exiliaron a países vecinos como la actual Jordania o el Líbano.