Corea del Norte despliega sus aviones de combate
La supuesta incursión de un avión espía norteamericano en la Zona Económica Exclusiva norcoreana ha provocado una movilización militar de una hora de duración aproximada.
Que Estados Unidos y Corea del Norte son como el perro y el gato en las relaciones diplomáticas es una evidencia. Cada cierto tiempo saltan algunas chispas del mechero oxidado en el que se ha convertido su trato, sorprendiendo al plano geopolítico global la duración del gas en el encendedor. El peligro que existe es que estas pequeñas chiribitas se tornen fuegos insaciables e incendios terribles. La última centella ha brillado en el cielo, iluminada por los focos de aviones estadounidenses y norcoreanos.
Saltaron las alarmas en Pyongyang. El ejército dirigido por Kim Yong-un desplegó el jueves sus cazas tras denunciar a gritos la incursión de un avión de reconocimiento norteamericano en lo que Corea del Norte considera su Zona Económica Exclusiva. Esta rápida movilización fue anunciada por la agencia oficial de noticias norcoreana, KCNA, y ha plantado una semilla de preocupación en las gentes del país.
Concretamente, el comunicado emitido hace referencia a una violación de este espacio aéreo entre las cinco y media y las seis de la madrugada del jueves. El punto exacto en el que se produjo se encuentra a 520 kilómetros al este de Wonsan, encontrándose a una distancia de 14 kilómetros dentro de la frontera trazada por Corea del Norte. Considerada la amenaza, desplegada la aviación.
“Dispuestos a cualquier acción física”
“Entraron sin permiso y comenzaron una labor de espionaje en el centro y el este del país”, ha aseverado el Ejército asiático, que considera esto una “peligrosa provocación militar”. Sobre todo después de un incidente similar el pasado 28 de julio. Consideran que no se tropieza dos veces con la misma piedra de manera involuntaria. Finalmente, los aviones de la División Antiaérea Oriental acabaron retirándose pasadas las siete de la mañana.
No duró mucho. Todo se resolvió en el tiempo que dedica un trabajador a prolongar la alarma del móvil para dormir un poco más. Corto, pero intenso. “Ya hemos dejado en claro que el espacio aéreo sobre la Zona Económica del mar del Este de Corea es parte del espacio aéreo territorial de la República Popular Democrática de Corea, donde nuestra soberanía se ejerce plenamente”, reza la nota castrense.
Se hace referencia en ella a una zona que Pyongyang considera suya. Esta región marítima está ubicada en una porción de agua dividida entre el mar Amarillo y el mar de Japón. “Nuestras Fuerzas Armadas estarán dispuestas a cualquier acción física para proteger la soberanía de la República”, sentencia el comunicado, guiñando el ojo al resto de naciones vecinas que comparten costa con las mareas convulsas de este enclave. Estados Unidos y Corea del Norte no son los únicos que se llevan como el perro y el gato.