Estados Unidos lanza una advertencia a Bielorrusia
El país norteamericano insta a Minsk a respetar el espacio aéreo de Polonia, país de la OTAN, tras la entrada de dos helicópteros en los últimos días.
Las relaciones diplomáticas entre Polonia y Bielorrusia no pasan por su mejor momento. En los días pasados Varsovia acusa a Minsk de haber violado su espacio aéreo, mediante la intromisión de dos helicópteros en este. Ambos países comparten una frontera cercana a los 400 kilómetros y, en el contexto actual bélico, cualquier pequeña acción puede tener consecuencias imprevisibles. Porque Bielorrusia, recordemos, es el más acérrimo aliado de Vladimir Putin en su cruzada contra Ucrania.
Antes de que la cosa llegue a mayores, desde el Gobierno de Estados Unidos, que forma parte de la OTAN al igual que Polonia, instan a Bielorrusia a respetar el espacio aéreo del país aliado. Bielorrusia, mientras tanto, niega la mayor y descarta que esta acusación sea verídica. Desde el Ministerio de Defensa bielorruso tildaron de “exageradas” las quejas de Polonia, al tiempo que lo consideran una excusa para “justificar la acumulación de fuerzas” en la frontera.
Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado estadounidense, cuestionado al respecto de este incidente, dijo que esperan que “todos los países respeten el espacio aéreo soberano de otros países. Seguiremos tomándonos muy en serio la seguridad de la OTAN”. El funcionario estadounidense añade que desde Washington se sigue de cerca el incidente, con una comunicación constante con Polonia, del que destaca es “un importante aliado de la OTAN”.
Bielorrusia, en su defensa, asegura que había informado a Polonia de que llevarían a cabo unas maniobras muy cerca de la frontera con este país. “El cruce fronterizo tuvo lugar en la región de Bialowieza a una altitud muy baja, lo que dificulta que los sistemas de radar lo detecten”, explican desde Varsovia sobre lo ocurrido.
Refuerzo de la frontera
Este incidente, sumado a la presencia del Grupo Wagner en Bielorrusia tras el exilio al que fueron obligados tras el intento de motín contra el Kremlin, ha llevado a Polonia y a Lituania a reforzar militarmente su frontera oriental. Algo que hacen tras las recientes “provocaciones” por parte de Rusia y Bielorrusia, según ha explicado el Primer Ministro polaco, Mateusz Morawiecki.
“Estas operaciones buscan desestabilizar, sembrar dudas, caos, incertidumbre y al mismo tiempo demostrar la debilidad del flanco oriental de la OTAN a todos nuestros aliados”, dijo el diplomático polaco, tras reunirse en Suwalki con el presidente de Lituania, Gitanas Nauseda. Incluso, no se descarta el uso de las armas si estuviera justificado, como ha asegurado el ministro polaco de Defensa, Mariusz Blaszczak.
De este modo, se tomarán las siguientes acciones: “Fortalecer la línea defensiva también con fortificaciones físicas, fortalecer la Guardia Fronteriza y aumentar el número de guardias fronterizos y policías”, añade Morawiecki. “En nuestras fronteras se han detenido varios ataques híbridos, que hemos estado observando durante dos años”, recuerda el polaco.
Por su parte, el presidente lituano incidió en la presencia de miembros del Grupo Wagner en las inmediaciones de la frontera. Un contingente que ya alcanzaría, según sus datos, las 4.000 unidades. “Una cosa es absolutamente obvia: sería demasiado tentador para Putin y Lukashenko usar su presencia en las inmediaciones de la frontera para posibles provocaciones contra los Estados de la OTAN”.