Advertencia de una parlamentaria alemana sobre la contraofensiva de Ucrania

No soluciona el infinito las guerras de los hombres. A medida que evoluciona la campaña en el Donbás, tanto Rusia como Ucrania sumen al mundo en una sensación de estancamiento que releva la ofensiva rusa a una especie de olvido por todos sabido. Y ante este escenario son muchos los presidentes, activistas, opinadores y toda clase de líder de algo los que han sacado su propia tesis del futuro entre las dos naciones.

Al calor de esta circunstancia ha hablado Sahra Wagenknecht, miembro del Bundestag de Die Linke (‘La Izquierda’), a través Facebook; red social que, por contextualizar, está prohibida en Rusia por ser propiedad de Meta, empresa considerada una organización extremista. Este ha sido el canal que ha elegido la parlamentaria alemana para lanzar un mensaje similar al que recoge la primera frase sobre el infinito, que se puede traducir como la inutilidad del armamento occidental.

Según Wagenknecht, la contraofensiva ucraniana no ha provocado otra cosa que no sea “numerosas víctimas y destrucción en ambos lados”. Y en este resultado inscribe también la actuación occidental. “A finales de mayo, Occidente había suministrado a Ucrania armas y municiones por valor de más de 73.000 millones de euros, incluidas las bombas de racimo, que están prohibidas por el derecho internacional debido a sus efectos devastadores sobre la población civil”, ha apuntado.

Crítica a Occidente en general y a Alemania en particular

La parlamentaria arremete contra la posición de un Occidente reconvertido en ramas secas para apagar un fuego incesante. Así, se ha preguntado “cuántas personas más tendrán que morir hasta que los responsables en Estados Unidos y Europa finalmente se den cuenta de que este conflicto no se puede resolver militarmente”.

Y es concretamente en la actuación de los líderes occidentales para con la resolución definitiva de la guerra, que considera no está en las armas, donde centra la crítica. En esta línea de queja, ha acusado a los presidentes de los países de “bloquear las conversaciones de tregua, que ya estaban muy avanzadas, entre Ucrania y Rusia en la primavera de 2022″.

También ha tenido balas para su propio país, cargando contra la Administración Scholz y la gestión que ha llevado del conflicto. En específico, señala acusatoriamente que “en lugar de suministrar armas a Ucrania sin cesar, el gobierno alemán debería presionar finalmente por un alto el fuego y facilitar el inicio de negociaciones para llegar a un acuerdo de paz basado en un compromiso entre las partes”.