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Rusia responde al plan de paz de China

El Kremlin exige la desmilitarización total de Ucrania y el reconocimiento internacional de las zonas anexionadas

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FILE PHOTO: Russian President Vladimir Putin delivers his annual address to the Federal Assembly in Moscow, Russia February 21, 2023. Sputnik/Ramil Sitdikov/Kremlin via REUTERS ATTENTION EDITORS - THIS IMAGE WAS PROVIDED BY A THIRD PARTY./File Photo
SPUTNIKvia REUTERS

En apenas una jornada, se han sucedido cientos de opiniones divergentes acerca de la propuesta de China para la consecución de la paz en Ucrania. Este documento consta de doce puntos principales que incluyen un alto al fuego inmediato por parte de los dos bandos como primer paso para la paulatina desescalada del conflicto. No obstante, y por motivos muy distintos, ninguna de las partes parece haber quedado del todo satisfecha con la posición de Pekín.

La portavoz del ministerio de Exteriores de Rusia, María Zakharova, dio una rueda de prensa para trasladar las primeras impresiones de su gobierno acerca de la vía planteada por China. “Apreciamos el sincero deseo de nuestros amigos chinos de contribuir a resolver el conflicto en Ucrania por medios pacíficos”, aseguró la alta funcionaria. Sin embargo, a continuación puntualizó que su nación no participará en ningún proceso de paz que no incluya el reconocimiento global de los territorios anexionados antes y durante la guerra.

Según Zakharova, Rusia está lista para explorar la vía diplomática y poner fin a las hostilidades siempre y cuando se cumplan sus exigencias. Sin embargo, estas líneas rojas del Kremlin son absolutamente incompatibles con el proyecto de defensa de la integridad territorial de Ucrania enarbolado por Zelenski y su gobierno. Por lo tanto, parece que, al menos de momento, la situación permanecerá en punto muerto. A pesar de la supuesta predisposición de Putin a negociar, Ucrania y sus aliados creen que se trata de un ofrecimiento envenenado, pues el precio a pagar es considerado inasumible.

De momento, la posición oficial del ejecutivo de Kiev es que no habrá interlocución con su enemigo hasta que las tropas invasoras no se retiren por completo de las provincias orientales ocupadas. Sin embargo, Zelenski se dijo consciente del inmenso poder de influencia que China podría tener sobre Rusia. Ligeramente optimista, el presidente ucraniano admitió que la iniciativa del gigante asiático incluye un reconocimiento tácito del derecho de su país a existir, y se declaró abierto a “trabajar con China” para explorar nuevas vías que conduzcan a la paz.

Cruce de acusaciones

Además de la desmilitarización, Rusia ha vuelto a exigir la “desnazificación” de Ucrania. Desde el inicio de la contienda, el Kremlin ha sostenido que existen elementos nacionalsocialistas infiltrados en las altas esferas ucranianas —ejército y gobierno incluidos— que tienen como objetivo principal la desestabilización del régimen de Putin. El acercamiento de Ucrania a la OTAN y a la UE es visto como una gran amenaza por parte Moscú, que se niega a aceptar que otro de sus vecinos se alinee con el bloque occidental y se sitúe bajo la influencia de Estados Unidos.

El máximo representante de la Unión Europea en el exterior, Josep Borell, también se pronunció sobre la propuesta china. Duro y muy crítico con Pekín, sentenció que el supuesto plan de paz no era tal, y que los promotores del texto cometen el error de poner al agredido y al agresor “en el mismo plano”. Todos estos acontecimientos se solapan con el inicio de la cumbre del G20, donde los ministros de finanzas de los países miembros —entre los que está China—, discuten la posibilidad de emitir una declaración conjunta condenando la invasión rusa y concretar un nuevo paquete de sanciones. El sendero de la neutralidad es cada vez más angosto y difícil de transitar. “No le llamaría un plan de paz, es una nota que fija las posiciones ya conocidas de China sobre cómo se está desarrollando el conflicto”, expone Borrell.

Por su parte, desde Estado Unidos y la Unión Europea tampoco ven bien esta propuesta de paz propuesta desde Pekín. Joe Biden, presidente estadounidense, lo critica de la siguiente forma. “Putin lo aplaude, así que, ¿cómo podría ser algo bueno?”. En su declaración, Biden añade que el texto no asegura la soberanía e integridad territorial de Ucrania frente a Rusia, además de no condenar la invasión.

La OTAN, mientras tanto, considera que China “no tiene mucha credibilidad” para proponer un proceso de paz en Ucrania, mostrando así su escepticismo. Desde Washington se observan los movimientos de China, y mantiene que podría estar preparándose para “entregar armas letales a Rusia”. Tras las críticas generadas a raíz del documento, China ha respondido asegurando que su plan mantiene una “posición objetiva y justa” sobre el conflicto. Para Pekín, aseguran, sus esfuerzos en ido en aras de ejercer de mediador entre ambos contendientes.