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La AEMET ve factible una rotura del vórtice polar: ¿qué es?

Una escapada del aire frío procedente de los polos terrestres puede desencadenar una ola de frío que afecte a Europa.

Actualizado a
El Frente Frío Número 4 ocasionará lluvias de fuertes a puntuales
Foto: Cuartoscuro

El próximo 1 de diciembre llega el invierno, que parece que traerá consigo una ola de frío que afectará a toda Europa. La causa: “una rotura del vórtice polar estratosférico, más alta que de costumbre”. Así lo ha reportado el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), Rubén del Campo.

Y, si bien es cierto que “las piezas del puzle atmosférico encajan con un escenario de una posible” rotura, ha indicado el experto, “no es seguro que vaya a suceder”. Ni siquiera es posible conocer si, en caso de que dicha rotura sucediera, causaría una ola de frío en Europa o en España, más concretamente. Para poder conocerlo con exactitud “habría que ver en qué zona se produce ese desalojo del aire frío”, ha apuntado Del Campo.

¿Qué es un vórtice polar?

Los vórtices polares estratosféricos son grandes regiones de baja presión en las que la manera en la que circula el aire permite que se localice el aire frío que rodean los polos de la Tierra. Se generan cinturones de viento que giran en el sentido contrario de las agujas del reloj. Si estas soplan lo suficientemente fuerte, el aire frío se mantiene confinado. Si, por el contrario, se debilitan, la corriente deja de estar concentrada en el polo. Hay un vórtice de estas características en cada uno de los dos polos de la Tierra.

Sin embargo, puede ocurrir que uno de estos vórtices polares se rompa. Sucede cuando se dan subidas de temperatura en un período corto de tiempo, este calentamiento súbito de la estratosfera hace que se debiliten los vórtices y, como mencionábamos antes, funcionen más lentamente y, por tanto, el aire frío se disperse por regiones menos frías, provocando una ola de frío.

¿Cuáles son sus efectos?

El efecto más inmediato que tiene una rotura de estas características es una la ola de frío. Pero, más a largo plazo, puede acarrear una mayor frecuencia de lluvias, como sucedió en la primavera del pasado 2018. Pero “esto no es algo que siempre ocurra y no podemos saber si va a ocurrir en esta ocasión, porque lo primero tendría que romperse ese vórtice polar y luego ver cómo va evolucionando la atmósfera”, ha insistido Del Campo.

El primer “zarpazo invernal”

Independientemente de que suceda o no la rotura de la que habla la AEMET, la agencia sí ha confirmado que a partir del lunes 28, prevé un anticiclón que traerá consigo “cielos más despejados y menos viento, las lluvias serán escasas y habrá heladas en zonas del interior, que a mediados de la próxima semana podrían extenderse por la llegada de aire más frío”.

Las previsiones del portal de meteorología eltiempo.es señalan que las máximas no llegarán a alcanzar los 12ºC en las regiones de interior, mientras que en las zonas del sur esperan que durante las horas centrales del día alcancen los 17ºC -20ºC. Lo que supondrá, según el portal, el primer “zarpazo invernal”.