Los 10 cuadros más famosos del mundo
Algunas obras transcienden más que otras a lo largo de la historia cogiendo una fama universal independientemente de su técnica, significado o autor. En este fotorrelato para poder hacer una estimación de cuáles son las obras más famosas de la historia nos hemos guiado por sus búsquedas en Google, comprobando los resultados de las más buscadas por los usuarios de la plataforma.
La Gioconda, de Leonardo Da Vinci
La Gioconda, también conocida como la Monna Lisa, es una obra pictórica realizada por el erudito nacido en Anchiano, Leonardo da Vinci. Fue creada entre 1503 y 1519 y pertenece a la técnica del renacimiento italiano. Se dice que la protagonista de la pintura es Lisa Gherardini, una noble florentina perteneciente a la familia Gherardini. Actualmente se puede visitar en el Louvre de París. Alrededor de este cuadro siempre ha habido mucho misterio: ¿Quién es el sujeto y por qué está sonriendo? Otro dato interesante es que sufrió un robo en 1911.
Guernica, de Pablo Picasso
Según el Museo Reina Sofía, lugar donde se encuentra la popular pintura, el motivo que impulsó a Pablo Picasso a realizar la escena representada fue la noticia de los bombardeos efectuados por la aviación alemana sobre la villa vasca que da nombre a la obra. El pintor malagueño realizó la obra, con técnica de óleo sobre lienzo, entre los meses de mayo y junio de 1937. Sus dimensiones son de 349,3 x 776,6 cm y fue encargado al artista por el director general de Bellas Artes, Max Aub, a petición del Gobierno de la Segunda República Española para ser expuesto en el pabellón español durante la Exposición Internacional de 1937 en París. El Guernica pertenece al estilo cubista, surrealista y expresionista.
La noche estrellada, de Vincent Van Gogh
Posiblemente sea la obra maestra del pintor nacido en Zundert (una ciudad de la provincia de Brabante Septentrional al sur de los Países Bajos). Es un óleo sobre lienzo pintado en 1889 en el manicomio de Saint-Rémy, donde se recluyó hacia el final de sus días. En una de las numerosas cartas que escribía a su hermano Theo durante su estancia, le explicó que la obra era una visión del pueblo que él contemplaba por la madrugada desde su ventana. Una visión de su mundo atormentado. Tiene unas dimensiones de 73.7 centímetros x 92.1 centímetros. Ha estado en la colección permanente del Museo de Arte Moderno de la ciudad de Nueva York desde 1941.
La última cena, de Leonardo Da Vinci
Segundo cuadro en la lista del multifacético Leonardo da Vinci. Se conoce que fue ejecutada entre 1495 y 1498 en la pared del refectorio del convento dominico de Santa Maria delle Grazie, en Milán (Italia). La técnica empleada fue temple y óleo sobre yeso y pertenece al estilo del renacimiento. Tiene unas dimensiones de 880 cm × 460 cm y fue encargada por Ludovico Sforza para el propio refectorio del convento. El cuadro recrea la última cena de Pascua entre Jesús y sus apóstoles.
La joven de la perla, de Johannes Vermeer
Johannes Vermeer van Delft es uno de los pintores neerlandeses más reconocidos del arte Barroco y una de sus obras más conocidas es ‘La joven de la perla’. La obra (también conocida como ‘Muchacha con turbante’) fue ejecutada entre 1665 y 1667. La modelo que aparece en el cuadro es desconocida, a pesar de las numerosas especulaciones que dicen ser una criada del artista. La pintura se encuentra actualmente en el museo Mauritshuis de La Haya. El Óleo sobre tela tiene unas dimensiones de 46,5 × 40.
El beso, de Gustav Klimt
‘De Kuss’ es una de las obras más notales de la ‘etapa dorada’ del pintor de Baumgarten, Gustav Klimt. Es un óleo con laminillas de oro y estaño sobre lienzo de 180 x 180 centímetros y su creación fue entre 1907 y 1908. Las obras del artista siempre estaban envueltas de polémicas y eran criticadas como pornografía y por ser excesivamente pervertidas. Pero al contrario de esto, esta obra fue recibida maravillosamente por la crítica. ‘El beso’ simboliza una pareja encerrada en la intimidad. Actualmente está expuesta en la Österreichische Galerie Belvedere de Viena.
Las Meninas, de Diego Velázquez
Diego Rodríguez de Silva y Velázquez, más conocido como Diego Velázquez, tiene en ‘Las meninas’ su obra maestra. Es una pintura realizada al óleo sobre un lienzo de unas grandes dimensiones (320,5 cm × 281,5 cm) y fue acabado 1656, año perteneciente al reinado de Felipe IV. Esta obra es el trabajo del pintor sevillano en la que “puso un mayor empeño para crear una composición a la vez compleja y creíble, que transmitiera la sensación de vida y realidad, y al mismo tiempo encerrara una densa red de significados”, según el Museo del Prado donde se puede ir a visitar.
El nacimiento de Venus, de Sandro Botticelli
Pintada por el pintor nacido en Florencia entre 1482 y 1485 y convirtiéndose en una de las obras símbolo de la pintura italiana del siglo XV. El tema de la obra deriva de la literatura latina de la Metamorfosis de Ovidio. Venus es retratada desnuda sobre una concha en la orilla del mar; a la izquierda los vientos soplan suavemente acariciando su cabello con una lluvia de rosas, a su derecha una sierva (Ora) espera a la Diosa para vestirla. La pintura está acabada al temple sobre lienzo y mide 278,5 cm de ancho por 172,5 cm de alto. Se conserva en la Galería Uffizi.
La persistencia de la memoria, de Salvador Dalí
Esta obra de Dalí también es conocida como Los relojes blandos o Los relojes derretidos. Fue pintada en 1931 cuando el pintor catalán contaba con 28 años. Es una de las mayores atracciones del Museum of Modern Art (MoMA), el Midtown de Manhattan. Según el propio artista reconoció, se inspiró en dos aspectos para realizar el trabajo: los quesos camembert y en la teoría de la relatividad de Einstein ya que, al parecer, los relojes derritiéndose son un símbolo inconsciente de la relatividad del espacio y el tiempo.
La ronda de noche, de Rembrandt van Rijn
‘De Nachtwacht’, el cual es su título original, fue pintada entre 1639 y 1642 para más tarde convertirse en una de las obras más importantes de la exposición permanente del Rijksmuseum de Ámsterdam. Su técnica es Óleo sobre lienzo y tiene unas dimensiones de 359 cm × 438 cm. En ella aparece la milicia del capitán Frans Banning Cocq en el momento en el que éste da una orden a su alférez, indicado por el gesto de la mano y la boca abierta. Tras estas dos figuras aparecen los integrantes de la Compañía que, como curiosidad, pagaron una buena cantidad de dinero al pintor para salir en él.