El ‘calor negro’, una alternativa para ahorrar en invierno: ¿qué es?

El ‘calor negro’ es una alternativa para ahorrar en invierno. Este llamado calor negro se produce cuando la resistencia de un brasero se calienta sin llegar a ponerse al rojo vivo.

Y esta circunstancia sólo se produce cuando el brasero funciona solamente a baja potencia, aproximadamente a 250 W, por lo que no llega a su máxima eficacia pero sí puede ser muy saludable, y económico.

Cuándo utilizar el calor negro

Este tipo de calor está especialmente indicado cuando no hace demasiado frío en el ambiente, pero apetece tener los pies calientes, ya que los braseros se utilizan en las llamadas mesas camilla, con una manta o tela que la recubra, y donde se mantiene el calor dentro. Son además, los braseros que menos consumen y más eficaces energéticamente.

La idea de estos braseros es para habitaciones pequeñas, la cocina, o el cuarto de estar, para usarlo a la hora de comer, o pasar la tarde, sentados, bajo la mesilla camilla y al lado del brasero.

El brasero es una tradición y costumbre en muchos pueblos y localidades y aún hoy en día son utilizados. Su gran ventaja es que en una estancia pequeña de 9 ó 12 metros cuadros, para no tener que tener la calefacción puesta, o especialmente en viviendas donde puede no haber calefacción, con un brasero puede llegar a ser suficiente para estar cómodos.

La práctica totalidad de los braseros del mercado tienen niveles de potencia que oscilan entre los 250 y los 900 W. No vas a encontrar ninguno con una potencia superior, ya que no lo necesitan para calentar eficazmente estancias no muy grandes.

Características de los braseros

Como regla general, 10 W de potencia pueden calentar un metro cuadrado. Por tanto, un brasero de 900 W sería capaz de calentar una habitación de 9 metros cuadrados, una estancia no muy pequeña ni muy grande. Levantando incluso ‘las faldas’ de las mesas camillas, el calor saldría y se calentaría más la estancia.

Los braseros serán más eficientes si tienen dos resistencias, así se puede seleccionar la temperatura y ajustar el consumo eléctrico cuando sea necesario.

Las resistencias deben ser de acero, blindado para que sean más duraderas y eficaces, además de tardar menos en calentarse, tiene mayor durabilidad.

No afectan a los suelos de madera, tarima o cerámico, por lo que se pueden colocar en cualquier estancia.