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El animal que se ha instalado en El Retiro de Madrid

Tres búhos reales fueron avistados en el céntrico parque de la capital. Los animales se situaron en las ramas de los pinos ubicados en los jardines de Cecilio Rodríguez.

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El animal que se ha instalado en El Retiro de Madrid
Comunidad de Madrid

Se trata de una especie en vías de extinción, aunque lo más sorprendente fue su hallazgo en el centro de Madrid. Más concretamente, en los jardines de Cecilio Rodríguez del Parque de El Retiro fueron avistados tres búhos reales, el ave nocturna más grande de su especie.

De hecho, no es la primera vez que han sido descubiertos estos búhos. En enero, hallaron un macho adulto y a una hembra adulta mientras que hace pocos días, se descubrió otro macho en la mencionada zona del céntrico parque madrileño. En declaraciones recogidas por ‘ABC’, el subdirector de Parques y Viveros del Ayuntamiento de Madrid, Santiago Soria, expresó su sorpresa y manifestó cuál sería su plan más probable.

“Tendrán un nido muy pequeño para evitar que se caigan los huevos, y bajan al Retiro a cazar. Entendemos que tendrán crías y que las sacarán adelante”, dijo al respecto. Por otro lado, apuntó al monte del Pardo como posible lugar de origen de esta especie y reiteró en que, ahora, se han convertido en “los reyes del parque”. Además, en el parque es posible ver otro tipo de animales como lagartos, sapos corredores y pequeños mamíferos.

Características

Un hecho completamente inusual, dado que los lugares donde se puede observar a este animal con más frecuencia son algunos como el Cerro Valdenoches, entre Patones y Pontón de la Oliva, la ruta de la ermita de Alarilla. Según informa la Comunidad de Madrid, se caracteriza por tener un cuerpo con tonos marrones, pardos y leonados, con una garganta de tono blanquecino y vientre leonado. Su cabeza es grande y el naranja de sus ojos, como las patas rojizas, le diferencian del resto.

Esta ave se alimenta principalmente de conejos y también de otras especies como córvidos, erizos, aves acuáticas, gatos, y otras rapaces. Suele criar en oquedades, roquedos, troncos huecos, cavidades o grietas, pone de 2 a 4 huevos de color blanco en los primeros meses del año. Se trata de una especie que cambia de ubicación cada dos meses, y habita en roquedos, canchales, barrancos rocosos, además de hacerlo en zonas con masa forestal dispersa.

Especie en peligro de extinción

En su Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres, y de Árboles Singulares, la Comunidad de Madrid también sitúa como especies catalogadas en peligro de extinción algunas como el águila imperial ibérica, la mariposa Apolo, el Sapillo moteado, el buitre negro, el galápago europeo, el Desmán de los Pirineos y el Alimoche común.

Según informó en un comunicado el Ayuntamiento, que agradece a los visitantes del parque su colaboración para no perturbar a estas aves de manera que no abandonen el parque, su presencia en medio de la ciudad ha sorprendido a los expertos.

“No hay constancia de que haya sucedido en los últimos 400 años”

Y es que su llegada al centro de la capital no ha debido de ser fácil, por lo que su presencia marca un “hito” en la historia del parque. “La presencia de estas rapaces es, sin duda, un acontecimiento muy importante. Que haya estas rapaces en un parque como El Retiro es algo único. No tenemos constancia de que haya sucedido en los últimos 400 años”, reconoce Soria en declaraciones recogidas por El Mundo.

La razón principal de esta mudanza hay que buscarla en el comportamiento de la especie. Dentro de lo inhabitual, la presencia de esta pareja de búhos reales en El Retiro tiene lógica, ya que en las más de 100 hectáreas del parque urbano abundan diferentes especies aviares, potenciales capturas de estos rapaces.

No suponen una amenaza para la fauna

Con todo, la llegada a El Retiro de estos tres ejemplares no supone una amenaza para la fauna, asevera Soria, quien considera que, al contrario, su figura será “positiva” y permitirá reducir la presencia de roedores. Desde el Ayuntamiento puntualizan que se debe dejar tranquilas a las aves. “Si no se les molesta podrían quedarse y criar aquí”, concluye este subdirector.

En esta entidad reconocen que, al tratarse de una especie silvestre, su gestión corresponde a la Comunidad de Madrid, estando a disposición de lo que decidan sus expertos. De hecho, se han recogido egagrópilas y bolas formadas por los residuos que no digieren para enviarlas al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) para su análisis y mejor conocimiento de su comportamiento.