Ni alcohol ni gas: estos son los impuestos que subirán a partir de 2025
Varios productos verán como desaparecen las ventajas fiscales con las que contaban y otros recibirán nuevos impuestos.
La vida se ha encarecido un 2,8% este año. El último dato del Instituto Nacional de Estadística (INE), publicado este mes de diciembre, estima que la inflación ha aumentado los precios de varios productos que también pueden repuntar de nuevo en 2025. Por ejemplo los alimentos de primera necesidad.
Estos son los huevos, el aceite de oliva, el pan, la leche, la fruta y verduras o las legumbres, unos productos a los que el Gobierno redujo el IVA al 2% para evitar que su precio se disparase. Sin embargo, el coste de estos productos volverá a aumentar al 4% a partir del 1 de enero. También aumentarán los aceites de semillas y las pastas, que tenían reducciones impuestas en 2022 y volverán a aumentar un 10%.
El precio de la electricidad también subirá. El Gobierno aprobó en 2022 (para paliar los efectos de la guerra de Ucrania) una serie de medidas para abaratar la electricidad, como reducir al 5% del IVA en contratos de menos de 10 kilovatios si el mercado mayorista superaba los 45 euros por megavatio hora (MWh), pero en 2025 el IVA volverá a incrementarse hasta el 21%.
El coste de la vivienda también aumentará. Hasta ahora, se podía reducir en el IRPF hasta un 20% las reformas que redujeran el consumo energético de la casa. Sin embargo, esas ventajas fiscales se eliminan en 2025. En cuanto a las basuras, desde abril de 2025, será obligatorio para todos los municipios implementar una tasa para la recogida, gestión y reciclaje de residuos urbanos. Anteriormente, esta tasa era opcional, pero ahora se estima que su coste anual por hogar podría estar entre los 165 y 200 euros.
En cuanto al tabaco, también se introducirá un nuevo impuesto para los líquidos para cigarrillos electrónicos o vapers, que tributarán en los Impuestos Especiales. Por otro lado, las empresas grandes que tienen beneficios en el extranjero tributarán más y las energéticas tendrán un nuevo gravamen temporal, una “deducción aplicable cuando se realicen inversiones estratégicas esenciales para la transición ecológica y descarbonización, que por su magnitud contribuyan al crecimiento económico y el empleo, ya se realicen en activos fijos o tecnológicos comprometidos en proyectos industriales”, señala el Gobierno.
Finalmente, el IRPF que grava a las grandes fortunas pasará del 28% al 30% para las rentas que superan los 300.000 euros anuales.
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