Los mejores meses para jubilarse si no quieres perder dinero por el IPC
Las pensiones percibidas por las personas retiradas serán ligeramente más abultadas en los períodos del año con más inflación; verano y navidad
Casi todo sale mejor cuando ha sido planeado. Una buena organización concienzuda no garantiza el éxito de una empresa, pero sí puede marcar la diferencia en el momento de la verdad. Esto es cierto para casi todo, incluso para cosas que, en teoría, no precisarían de demasiada reflexión, como el mes concreto en el que uno se jubila. Después de haber estado décadas cotizando, parece una minucia la disyuntiva de dejar de trabajar en primavera, verano, otoño o invierno.
Pero resulta que no da igual. Porque la cantidad que se recibe puede variar al alza o la baja dependiendo de la época del año en la que se dé por finalizada la actividad laboral. ¿Por qué? Es una cuestión que casi todo el mundo conoce, pero que a lo mejor no viene a la mente cuando se está trazando un plan de jubilación. Y es que estos pagos, salvo en periodos de crisis económica que obliguen a su congelación, se van actualizando automáticamente al índice del IPC.
¿Qué es el IPC? Pues es un valor fluctuante que señala el estado general de los precios en un momento económico concreto. En otras palabras, es un medidor de cuánto cuestan los productos y servicios. Cuando más elevado sea el IPC, mayor será la inflación, y, por lo tanto, el dinero valdrá menos, porque con un euro en un momento deflacionario se compran más cosas que con ese mismo euro en un momento inflacionario. O, para ilustrarlo mejor, en un período de precios bajos, con un euro puedes pedir una caña en el bar de abajo. En un momento inflacionario, seguramente tendrás que añadir 10 o 20 céntimos, por lo que, si solo tienes un euro, habrías perdido poder adquisitivo.
Poder adquisitivo y alza de precios
Para evitar que los pensionistas tengan que hacer frente a drásticas mermas en su poder adquisitivo, el Estado lo que hace es modificar mes a mes la cantidad que se recibe dependiendo del IPC. Por lo tanto, se cobra más cuando más altos estén los precios. Esto es algo que se debe tener en cuenta cuando se elija -si es que se tiene esta opción- el período del año en el que se jubila uno. Porque, aunque el IPC es, hasta cierto punto, impredecible, sí que hay épocas en las que este valor es generalmente más alto debido a un aumento de la demanda que arrastra muchos precios al alza.
Estas épocas son verano y navidad. Particularmente, los meses de julio y diciembre. En general, son las épocas del año con más consumo. Muchos bienes y servicios ensanchan enorme y temporalmente su masa de clientes potenciales, lo que permite cierto margen de modificación del precio hacia arriba sin arriesgarse a perder ingresos. Esto acaba redundando en una elevación momentánea del IPC. Por lo tanto, si alguien se jubila en estas dos épocas, es bastante probable que se reciba más dinero que si lo hace, por ejemplo, en abril o mayo.