El fraude con el certificado energético que te puede costar 200 euros
La Organización de Consumidores y Usuarios denuncia que algunas empresas dedicadas a la realización de estos certificados lo hacen de forma irregular.
A la hora de vender o alquilar una vivienda se deben tener muchas cosas en cuenta. Una de ellas, y que mucho quizá no conocen, es el certificado de eficiencia energética de edificios, más conocido como etiqueta energética. Es, en definitiva, un certificado en el que se indica el consumo y las emisiones de un inmueble, unos factores con los que se asigna una etiqueta (de la A a la G, como en los electrodomésticos) según su equipamiento.
Un certificado regulado por el Real Decreto 390/2021, de 1 de junio de 2021, que sustituye al de 2013 y con el que se pretende actualizar el contenido de la certificación de los edificios. Su conocimiento puede suponer un elemento más a tener en cuenta a la hora de decidir comprar una u otra vivienda, pues podremos saber el gasto energético que tendrá a lo largo del tiempo. A mayor eficiencia, menores serán los gastos energéticos.
Pero en muchas ocasiones hay algunas irregularidades que pueden costar caro. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) lamenta que estas etiquetas se gestionen más como un mero trámite administrativo que como un sistema real de eficiencia energética. Según se explica desde el organismo, son pocos los edificios que cuentan con una etiqueta adecuada que refleja la situación real.
Un aspecto importante, pues la diferencia de coste al año entre una vivienda con etiqueta A (la de menor consumo) con una E (la de mayor) es de casi 1.000 euros: de los 250 a los 1.224 euros. Por ello, la OCU ha elevado una denuncia ante el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, por la presencia de empresas dedicadas a este servicio y que realizan prácticas fraudulentas.
Son muchas las empresas que cobran más de 200 euros por la realización de estos certificados energéticos, que en algunos casos están mal ejecutados. De este modo, la OCU solicita al ministerio a tomar medidas de control sobre estos profesiones que trabajan en la validación de los certificados energéticos. Las sanciones, en función de la gravedad, oscilan entre los 300 y los 6.000 euros. Entre las causas, para ser sancionado, proporcionar información falsa en el certificado y vender o alquilar una vivienda sin él.
En qué casos es necesaria la etiqueta
Este certificado energético es necesario en las ofertas, promociones y publicidades sobre la venta o alquiler de un edificio y en los edificios nuevos o ampliaciones de los que ya existieran (en caso ejecutarse la compra o alquiler antes de acabar la obra, el vendedor deberá facilitar la etiqueta de eficiencia del proyecto). Tanto en las compras como en los alquileres se debe anexar una copia del certificado.