El cambio para los autónomos que opten por esta pensión de jubilación a partir del 1 de abril de 2025
El Congreso de los Diputados aprobó el pasado mes de enero un decreto que busca mejorar las pensiones de los autónomos que decidan retrasar su jubilación.
Buenas noticias para los autónomos que decidan posponer su jubilación más allá de la edad legal. El Congreso de los Diputados aprobó en enero el Real Decreto-ley 11/2024, de 23 de diciembre, que viene a reformar -y mejorar- las condiciones de jubilación demorada.
La nueva normativa pactada por la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), los sindicatos y Seguridad Social entrará en vigor en abril de este mismo año. Afectará a distintas modalidades de jubilados, pero uno de los aspectos que más cambia es el incentivo que reciben los autónomos por retrasar la jubilación.
Reforma en la jubilación demorada
Los autónomos tienen la posibilidad de retrasar su retiro a pesar de tener la edad legal para jubilarse. Hasta ahora, recibían un inventivo de un 4% por cada año de demora en su derecho a prestación. Es decir, si un autónomo que con 65 cumplía los requisitos para jubilarse, pero no lo hacía hasta los 66, recibía una pensión un 4% mayor.
Sin embargo, con esta nueva reforma, el incentivo se calculará por cada seis meses y no por cada año. Esto significa que, si un autónomo retrasa su jubilación 6 meses, recibirá una pensión un 2% mayor, y si lo retrasa un año, un 4% mayor. En definitiva, el cambio principal es que la cuantía de la pensión aumenta por cada seis meses ‘extra’ trabajados, y no cada doce meses. Hasta ahora, si la jubilación se demoraba 1 año y 10 meses, el incentivo era de 4%. A partir de abril, será de 6%.
El incentivo no es lo único que cambia
Según lo indicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE), además de aumentar los incentivos por cada seis meses, estos serán compatibles con los beneficios de jubilación activa. En otras palabras, si se combinan trabajo y pensión, también recibirán los incentivos por retrasar su jubilación.
Hasta ahora, los autónomos tenían que elegir entre la jubilación demorada para recibir más pensión en el futuro o seguir trabajando y cobrar parte de la prestación sin incentivos de demora. A partir de abril, se podrán hacer las dos cosas a la vez y el beneficio aumentará según los años que se retrase la jubilación. Por un año trabajando y cobrando parte de la pensión, esta crece un 45%, que se convierte en un 100% si son 5 años o más.
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