El Banco de España acaba con las dudas: esto debes hacer cuando pagas con tarjeta y te dicen si quieres copia
Para evitar futuros problemas, recomienda solicitar el ticket con el importe cobrado en los establecimientos. Además, es importante revisar que la cuantía es la correcta.
Las operaciones con tarjeta de débito o crédito están a la orden del día. Ya sea para pagar algo en un establecimiento físico como a la hora de realizar una compra online, el uso de las tarjetas ha experimentado un crecimiento significativo con el paso de los años. Cada vez son menos quienes apuestan por el dinero en efectivo, puesto que las nuevas generaciones optan por el plástico de las tarjetas (o, incluso, a través del smartphone o smartwatch).
Los tiempos cambian, pero en este tipo de operaciones hay una tónica habitual. Por lo general, cuando nos preguntan si queremos copia de la misma, optamos por rechazarla. Porque, en algunas ocasiones, lo que uno hace directamente es colocar la tarjeta sobre el terminal de punto de venta (TPV) sin comprobar que el importe cobrado es el que corresponde.
Algo que, según explica el Banco de España, siempre se debe comprobar para evitar futuros problemas. De este modo, antes de confirmar el pago, se debe verificar en la pantalla que el importe marcado es el que se nos ha informado. Y, tras ello, recomiendan pedir el recibo de la transacción, puesto que puede ser importante en caso de posibles reclamaciones.
El fraude, un riesgo en aumento
Este aumento en las operaciones que se realizan con tarjeta hace que el riesgo de fraude se eleve igualmente. Cada año, son decenas de miles las operaciones fraudulentas las que se realizan en España, con usuarios que no tienen constancia de que su tarjeta se está empleando sin su autorización. Especialmente, ocurre en compras realizadas a través de internet.
Unas estafas que consisten en la duplicación de tarjetas o tras el robo de las mismas. Y, en ocasiones, es el propio usuario quien ‘facilita’ el trabajo de los ciberdelincuentes, comprando en páginas que son muy parecidas a las oficiales, pero que en el fondo resultan ser una estafa.
Es importante que, una vez que tenemos constancia de que hemos perdido (o nos han robado) la tarjeta, ponerlo en conocimiento del banco. Solo así nuestra entidad estará obligada a reintegrarnos la totalidad del dinero que se gaste sin nuestro consentimiento. En caso contrario, el banco únicamente se responsabiliza de reembolsar los gastos superiores a 50 euros, hasta que se notifique lo ocurrido.
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