Aviso del Banco de España: las monedas de euro que ya no se pueden usar
La Orden ETD/647/2023 establece monedas aptas, presuntamente falsas y no aptas para la circulación. Dentro del último, incluye aquellas monedas auténticas rechazadas durante la autentificación o que hayan sido alteradas.
El Banco de España ha emitido un importante aviso a la población sobre el cambio en la circulación de ciertas monedas de euro que ya no podrán ser utilizadas en transacciones comerciales. Este anuncio ha marcado un hito en la evolución de la moneda única europea y ha tenido un impacto significativo en la vida cotidiana de las personas.
En concreto, el Boletín Oficial del Estado (BOE), mediante la publicación de la Orden ETD/647/2023, ha autorizado a esta entidad de derecho público a retirar ciertas monedas falsas o deterioradas de un euro desde el 1 de julio, con el objetivo de luchar contra falsificaciones y prevenir estafas.
Clasificación entre las monedas de euro
La citada Orden ha creado un marco legal para que en España se puedan recolectar y destruir las monedas que no cumplan con los requisitos establecidos. Esta medida establece la siguiente clasificación entre las monedas de euro: aptas, presuntamente falsas y no aptas para la circulación.
Dentro de este último apartado se ha incluido aquellas monedas auténticas rechazadas durante un proceso de autentificación o que hayan sido alteradas. La Orden se estructura en nueve artículos, una disposición derogatoria y dos disposiciones finales.
¿Qué incluye esta orden?
“La Ley 10/1975, de 12 de marzo, de Regulación de la Moneda Metálica, establece en su artículo octavo que el Banco de España retirará de la circulación las monedas que entren en sus Cajas y no superen el proceso de autentificación o no se consideren aptas para la circulación. El Banco de España, de acuerdo al artículo octavo bis de la Ley/10/1975, de 12 de marzo, en su condición de autoridad nacional competente a los efectos de lo dispuesto en el Reglamento número 1210/2010 del Parlamento Europeo y del Consejo de 15 de diciembre de 2010 relativo a la autentificación de las monedas de euros y el tratamiento de las monedas de euro no aptas para la circulación, recibirá de las entidades de crédito y de cualesquiera otras entidades que participen en la manipulación y entrega al público de billetes y monedas a título profesional, las monedas que tras un proceso de autentificación se consideren presuntamente falsas y las monedas de euro no aptas para la circulación”, ha recogido esta normativa.
Además, el BOE ha añadido más referencias que deben ser tomadas en cuenta: “De acuerdo con el artículo séptimo de la citada Ley 10/1975, de 12 de marzo, corresponde a la persona titular del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital dictar las disposiciones precisas para regular la forma de dicha retirada, así como el destino a dar al metal resultante de la desmonetización”.
Particularidades
Hasta la fecha, la Orden de 2 de mayo de 1983, de retirada de la circulación y posteriores tratamientos de monedas deterioradas, constituía el soporte normativo de las operaciones de desmonetización y reutilización o venta del material resultante de las monedas no aptas, pero no establecía ningún procedimiento de retirada y destrucción para las monedas falsas.
Con el tiempo, se ha ido acumulando un importante volumen de monedas de euro falsas en el Banco de España, cuya destrucción resulta necesario regular. Esta circunstancia, junto a los años transcurridos desde la vigencia de la citada Orden, período en el que el euro ha sustituido a la peseta, aconsejan una revisión integral de la misma que la adecúe a las circunstancias actuales.
Procedimiento
Esta novedosa Orden establece el destino definitivo a dar las monedas de euro no aptas para la circulación y a las monedas de euro falsas. Tras su destrucción, el material al que se verán reducidas, será reutilizado por la Fábrica de la Moneda o bien será enajenado por el Estado.
La medida ha sido ampliamente comunicada en todos los medios de comunicación. Además, se han implementado campañas de concienciación para asegurarse de que la información llegara a todos los rincones del país. Si bien puede haber generado algunas incomodidades iniciales, el resultado final fue un sistema de moneda euro más claro y funcional, lo cual contribuyó al bienestar económico de España y de toda la zona euro.