Adiós a la jubilación: los supuestos en los que la Seguridad Social puede suspender o quitarte la pensión no contributiva

Muchas personas consideran que la Seguridad Social no puede suspender o quitarle la pensión a un jubilado. Esta afirmación tiene parte es cierta, pues aunque las pensiones contributivas no se pueden retirar permanentemente, sí se pueden suspender durante un tiempo. Un caso muy distinto es el de las pensiones no contributivas, que la Seguridad Social puede suspender y también retirar.

Lo primero que hay que tener claro es la diferencia entre pensiones contributivas y no contributivas. Las primeras son prestaciones económicas cuya concesión está supeditada, por lo general, a que el beneficiario haya tenido una relación jurídica previa con la Seguridad Social y cumpla una serie de requisitos en función del tipo de pensión.

Las pensiones no contributivas son prestaciones económicas que se reconocen a los ciudadanos que carecen de recursos suficientes para su subsistencia, incluso cuando no hayan cotizado nunca a la Seguridad o no hayan cotizado el tiempo suficiente para poder solicitar las prestaciones contributivas.

Los motivos por los que te pueden quitar la pensión

Hay cuatro razones principales por las que la Seguridad Social tiene la capacidad de retirar la pensión a un beneficiario. La primera de ellas es que el pensionista supere los ingresos máximos. Al ser una pensión para personas sin recursos suficientes, la Seguridad Social establece una serie de requisitos entre los que figura que la unidad familiar no supere el umbral de ingresos establecido, que es de 7.250,60 euros anuales.

Otro de los motivos es que el pensionista no declare ingresos de la unidad familiar. Las pensiones no contributivas están limitadas por los ingresos de los beneficiarios, por lo que la Seguridad Social tiene que conocer cuáles son los ingresos que la unidad familiar debe declarar durante los tres primeros meses del año. En esta misma línea, es posible que retiren la pensión a una persona que no informe de cambios en su situación personal. Si las circunstancias de un beneficiario cambian en aspectos como el estado civil o el lugar de residencia, debe informar a la Seguridad Social para no perder la pensión.

Por último, es posible que se le suspenda la pensión no contributiva a una persona que ha cambiado de oficio. Como es de esperar, un pensionista puede perder su pensión si en su nuevo trabajo aumenta sus ingresos hasta el punto de superar los umbrales máximos para ser beneficiario.

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