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Así era Sánchez Dragó: de militar en el PCE a predecir el apocalipsis en 2030

El escritor y periodista, que se ha visto salpicado por la polémica en muchas ocasiones, pasó de militar en las filas del Partido Comunista a defender la candidatura de Aznar en 1993.

Así era Sánchez Dragó: de militar en el PCE a predecir el apocalipsis en 2030
Europa Press Reportajes Europa Press

El escritor y periodista Fernando Sánchez Dragó ha fallecido este lunes a la edad de 86 años en su residencia de Castilfrío de la Sierra (Soria) a causa de un infarto. Conocido por su larga trayectoria en los medios de comunicación, así como por la producción de casi un centenar de novelas, su vida se ha visto marcada por la polémica, especialmente en los últimos tiempos a través de sus redes sociales. Pero también por el giro que dio, a partir de la década de los 90, la defensa de su imaginario político.

“En su juventud fue un hippy izquierdista de los que se apuntaban a mayo del 68 y se dedicaban a correr mundo con la mochila cargada a sus hombros”, recoge la biografía de su página web. Y es que sus escritos, así como su participación en las protestas universitarias de 1956 lo llevaron a acabar arrestado en calidad de preso político y a pasar un tiempo exiliado fuera del país. Es más, su primer libro, España viva (1967) se publicó bajo el pseudónimo de Ramiro Delso por ese mismo motivo.

Durante esa época universitaria, Dragó ingresó en el Partido Comunista de España (PCE), con el fin de “correr aventuras”, como el propio escritor llegó a reconocer en alguna ocasión. Sin embargo, hacia la década de los 90 esta percepción comenzó a cambiar y, en las elecciones de 1993, llegó a pedir el voto para el candidato del Partido Popular, José María Aznar, a quien, posteriormente llegó a catalogar como “el mejor jefe de Gobierno de toda la historia de España” .

En cualquier caso, ese giro a la derecha que dio su discurso público no terminó ahí. Con el paso de los años se ha ido haciendo un hueco relevante en la formación liderada por Santiago Abascal, Vox. Y fue el mismo escritor quien propuso al economista Ramón Tamames como candidato para la moción de censura durante una comida “de amigos, alrededor de un vaso de vino”. Es más, fue durante el debate de esta moción cuando se produjo la última aparición pública de Dragó.

Periodista y escritor

Más allá de sus opiniones públicas en el entorno político, Dragó ha dejado una larga lista de novelas —como Gárgoris y Habidis (1978) o Las fuentes del Nilo (1986)—, ensayos —El sendero de la mano izquierda (2002)— y demás textos con los que ha ganado múltiples premios. Es el caso de La prueba del laberinto, condecorado con el Premio Planeta en 1992 o el galardón del Ministerio de Educación y Cultura por el Fomento de la Lectura, en el año 2000.

También cultivó los géneros periodísticos y se forjó una carrera en los medios, en la que tuvo un amplio recorrido. Desde algunos programas en Radio Televisión Española (RTVE), como Encuentros con las letras, El mundo por mantera —por el que ganó un Ondas en 1988—, Negro sobre blanco, El faro de Alejandría o Dragolandia. A veces, estaba al frente de los mismos y otras, en calidad de colaborador. Como hizo en Onda Cero, COPE, El Mundo o Época.

Un personaje polémico

Los premios que le han valido todos sus trabajos no lo han dejado exento de polémica entre la opinión pública. Muchas de ellas han tenido que ver con sus relaciones sentimentales con mujeres más jóvenes que él —su pareja actual era Emma Nogueiro, una periodista de 29 años— o con sucesos como el que narra en su libro Dios los cría… y ellos hablan de sexo, drogas, España, corrupción… Así como con sus intervenciones a través de las redes sociales.

Hace unos meses, en julio de 2022, pronosticó cuándo sucedería el apocalipsis. “Buenos días y malos, muy malos, los que se avecinan”, decía en un tweet. “Los mayas se equivocaron en dieciocho años. El fin del mundo o, mejor dicho, de la humanidad llegará en 2030 si se cumple lo previsto en la Agenda Globalista que se ciñe a esa fecha. Impidámoslo, aunque no será fácil”, escribió.