REAL MADRID - ATLÉTICO DE MADRID

Carta de un atlético ante la final de Champions

Fernando Torres no falló el gol desde los once metros en el Allianz Arena. 'El Niño', el mejor pupilo de ‘El Sabio’, guardó el tanto para la final ante el Real Madrid.

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WOK028 MÚNICH (ALEMANIA) 04/05/2016.- Fotografía facilitada hoy, 4 de mayo de 2016, que muestra a los jugadores del Atlético de Madrid (de i a d) Fernando Torres, Stefan Savic, Koke y Thomas Teye Partey durante la celebración de su pase a la final de la Liga de Campeones tras el partido de vuelta de la semifinal contra el Bayern de Múnich en el Allianz Arena en Múnich (Alemania) ayer, 3 de mayo de 2016. EFE/Angelika Warmuth

En la vida no hay revanchas, solo nuevas oportunidades”. Diego Pablo Simeone, ese filósofo disfrazado de técnico, habla casi mejor que entrena, que ya es decir. Pronunció esas palabras antes de las semifinales ante el mastodóntico Bayern de Múnich, con el inmortal Luis Aragonés en la memoria de todos nosotros. Los pupilos del Cholo no vengaron a sus mayores; hicieron realidad sus sueños.

El gol que derribó a la tropa de Pep Guardiola me resultó familiar. Un delantero controla la pelota en el centro del campo. Más listo que sus rivales, lanza el balón al espacio. A la carrera, el compañero del ataque se abalanza, controla, se coloca y consigue el mejor beso del fútbol: el de la red y el cuero. En Alemania, Fernando Torres y Antoine Griezmann firmaron la faena. En el Santiago Bernabéu, en la final de Copa del 2013, lo hicieron Radamel Falcao y Diego Costa.

Nosotros ya sabíamos que las cosas habían cambiado hace mucho. Ese día, ese 17 de mayo de 2013, lo entendieron ellos. Enseñamos los dientes y se quedaron temblando. Ningún merengue arrogante volvería a pedir un “rival digno para un derbi decente”. Como mucho, pediría la salida de emergencia.

El 28 de mayo se repite la final europea de hace dos años. Muchos querían evitar al Real Madrid para esquivar el posible trauma de una segunda derrota en la madre de todos los partidos. Otros pedían a los blancos precisamente para lo contario, con ansia de venganza tras lo acontecido en Lisboa. Yo, como el Cholo, no creo en las revanchas. El odio es el óxido del alma y la esperanza,su fuente de energía.

Así nos plantamos en la final de la Champions League, después de derribar al campeón de Liga de España y al de Alemania. Así llegamos al mejor partido del año, tras haber frustrado a Messi, Luis Suárez, Neymar, Iniesta, Busquets, Ribery, Xabi Alonso, Lewandowski, Douglas Costa, Thiago Alcantara… Así nos citamos con la historia, ese tren que solo vuelve a pasar cuando lo deseas con todas tus fuerzas.

Fernando Torres no falló el gol desde los once metros en el Allianz Arena. 'El Niño', el mejor pupilo de ‘El Sabio’, guardó el tanto para la final ante el Real Madrid. Junto a él, el futuro balón de oro, Antoine Griezmann, el Maradona de Alicante, Sául Ñíguez, el ‘quarterback’ de Vallecas, Koke, el 'avatar' del Cholo en el campo, Gabi, y el sístole y diástole de este equipo, Diego Godín, todos al vuelo con las alas de Juanfran y Filipe.

Los sueños nunca mueren. Se convierten en la vida misma cuando nos atrevemos a creer en ellos. Ahora, 113 años después del primer latido de nuestro corazón, ha llegado nuestro momento. Milán es la única ciudad con dos campeones de la Copa de Europa, AC Milan e Inter. A partir del 28 de mayo, compartirá el título con la capital de España, hogar del club del que tú, yo y cualquiera con dos dedos de frente está enamorado.