Tradición familiar y clases de canto para mejorar los idiomas

Nacido en Niza el 3 de agosto de 1989, Jules continuó una tradición familiar muy ligada al mundo del automovilismo. Nieto de Mauro Bianchi, tres veces campeón del mundo en GT, y sobrino-nieto de Lucien, que disputó diecisiete grandes premios de Fórmula 1 entre 1960 y 1968, logrando un podio, acabó tercero, en el GP de Mónaco de 1968. Además se impuso en las 24 Horas de Le Mans de ese mismo año compartiendo un Ford GT40 con el mexicano Pedro Rodríguez, mítica prueba de resistencia en la que, un año después, perdió la vida en un accidente en los entrenamientos.

Jules siempre quiso ser piloto y para ello se preparó, entre otras cosas, en el aprendizaje de idiomas. El italiano fue sencillo, pero el inglés se le resistía un poco y por ello, Jules buscó un método peculiar: se apuntó a clases de canto en el idioma de Shakespeare para elevar su nivel de pronunciación. Al dominio de lenguas, este apasionado de la comida transalpina y de la música house, añadió un espectacular palmarés al volante que incluye numerosos éxitos como el título de la Fórmula Renault 2.0 Francia en su temporada de debut, 2007, en monoplazas. Al año siguiente se hizo con la victoria en el prestigioso Masters de Zolder de Fórmula 3. Y en 2009 conquistó con autoridad las F-3 Euroseries, en una edición del campeonato en el que también participaban pilotos como Valtteri Bottas, Roberto Merhi o Esteban Gutiérrez. De ahí dio el salto a la GP2, donde terminó tercero en las ediciones de 2010 y 2011.

El francés de 25 años, que procede de la cantera de Ferrari ya que forma parte de su academia de jóvenes pilotos desde 2011, dio el salto a la F-1 en 2012 como piloto reserva de Force India, labor que compatibilizó con su participación en las World Series donde fue subcampeón de la 3.5 tras librar una emocionante batalla con el holandés Frijns y el británico Bird. Durante la pretemporada de 2013 luchó con Adrian Sutil por un volante de titular en Force India, que al final fue para el alemán. Sin embargo, su oportunidad como para ser habitual de la parrilla del Gran Circo no tardó mucho en llegar.

Casi cuando las puertas ya estaban cerradas, Bianchi se subió al tiovivo de la F-1. Luiz Razia ya estaba anunciado como piloto de Marussia, pero hubo problemas de liquidez de su patrocinador que no cumplió con los pagos pactados con la escudería anglorusa. El brasileño se apeó del proyecto y Bianchi se convirtió, desde entonces, en el compañero del británico Chilton. Ha disputado 34 grandes premios con un noveno lugar, Mónaco 2014, como mejor resultado. Ahora su sueño de correr con Ferrari estaba más cerca que nunca, aunque antes le toca librar una dura y difícil batalla por su vida, pero el galo es fuerte gracias al amor por los deportes que practica como squash, fútbol, ciclismo o tenis. Suerte, Jules.