Venganza letal de Dembélé

Ousmane Dembélé fue elegido mejor jugador del partido de la contundente victoria del Paris Saint Germain en Montjuic, 1-4, contra el Barcelona que certificó el pase de los parisinos a su cuarta semifinal de la Champions League, la tercera desde que llegó Qatar. El internacional francés fue, sin duda, una de las figuras del encuentro, marcando el gol del empate y forzando el penalti con el que Mbappé anotó el primero de los dos goles que le endosó al conjunto catalán.

Antes, en los aledaños de Montjuic, el canterano del Rennes fue recibido hostilmente, con aficionados llamándole traidor y no olvidando que se marchó en verano por 50 millones de euros al PSG. A Dembélé, tal y como confirmó después en Canal +, esos pitos y esos abucheos no le influyeron, sino más bien lo contrario, ya que realizó un partido inmaculado y acercó a los parisinos a las semifinales de la Copa de Europa.

“¿El recibimiento de Montjuic? Lo viví muy bien porque ya lo experimenté en 2021 al ser silbado aquí en Barcelona. No voy a cambiar mi juego por los silbidos. Me mantuve concentrado. Lo di todo. Marcar aquí, conseguir un penalti... Estoy contento con mi actuación”, declaró Dembélé, firme tras ser elegido MVP del partido y erigiéndose como una de las figuras clave del PSG de Luis Enrique esta temporada.

El técnico asturiano, a pesar de un comienzo irregular, no paró de defenderle en rueda de prensa. Le definió como “el extremo más desequilibrante del mundo” y le dio confianza desde su primer día en París. En Anoeta, antes de los cuartos ante el Barcelona, Dembélé brilló por dentro, en una posición prácticamente desconocida para él salvo de su etapa en el Dortmund con Tuchel, denotando que Luis Enrique le considera un jugador fundamental en sus esquemas.

Ousmane Dembélé ha acumulado 17 participaciones de gol esta temporada, 3 goles y 14 asistencias. De esos tres tantos, dos fueron contra el Barcelona, uno en la ida y otro en la vuelta, además de una asistencia. Números que, aunque evidencian que todavía sigue siendo un jugador que debe mejorar el último gesto, le erigen como uno de los futbolistas más desequilibrantes del actual semifinalista de Champions.

Dembélé olvidó su pasado en Barcelona después de un verano agitado en el que, a pesar de que en principio quería seguir, acabó fichando por 50 millones por el PSG. El conjunto parisino, que había vendido a Neymar por 90 millones, depositó su confianza en un extremo con una facilidad extraordinaria para regatear y para marcar las diferencias en cualquier zona de ataque. Su próximo objetivo, el Dortmund, club en el que también jugó, deberá intentar frenarle para evitar que brille como hizo en la doble confrontación ante los blaugranas.

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