El Sporting empata en el Villamarín en el debut de Rubi
Cop, que mandó un balón al palo a puerta vacía, tuvo la mejor ocasión del Sporting. El Villamarín despidió al Betis con gritos de “fuera, fuera”.
Joan Francesc Ferrer 'Rubi' debuta con un empate y una portería a cero sobre la que construir una mejoría en juego y sobre todo en resultados para que el Sporting logre la salvación. El equipo asturiano suma después de mes y medio y no encaja goles por primera vez en tres meses, desde que igualara también sin tantos en Los Cármenes de Granada, mientras el Betis termina la primera vuelta con 22 puntos, lejos del descenso (9), pero en tierra de nadie. Abonado como casi siempre estos últimos años a la más pura y dura mediocridad.
Rubi se estrenó con cinco cambios sobre la última alineación de Abelardo, cierto que dos de ellos obligados: Xavi Torres por el sancionado Sergio Álvarez y Lillo por el lesionado Douglas. Carmona sí había jugado contra el Eibar, pero de extremo. Rubi sacó al balear de su posición natural y le colocó de mediocentro, un primer invento del entrenador catalán que ni funcionó ni dejó de funcionar. La producción ofensiva del Sporting escaseó aunque, eso es así, le correspondiera la mejor ocasión del partido: de Cop al palo y a puerta vacía en la segunda mitad.
Con todo, la mayor sorpresa de los onces la dio Víctor con la inclusión de Roman Zozulya. Primera titularidad para el delantero ucraniano, al que se le estaba (está) buscando acomodo incansablemente en el mercado de invierno. Carmona creó poco juego ofensivo para el Sporting y Zozulya, claro, aportó menos para el Betis. Mucho fuera de juego y un cabezazo que le paró Cuéllar en un minuto mágico, un oasis en la aburrida primera parte, para el Betis. Del 19 al 21, además del testarazo de Zozulya, el portero sportinguista detuvo otro a Pezzella, un disparo fuerte a Durmisi (muy activo otra vez el lateral danés) y desvió con la mirada un último intento aéreo de Donk.
Ésa fue, antes del descanso, la aportación pfensivo de los locales, incapaces de aliarse con el único hombre que la toca en sus filas, Dani Ceballos. El Sporting sólo se acercó una vez: la falta, bien lanzada por Cop, la desvió a córner Antonio Adán. Pero lo que vendría, al menos para el Betis, sería mucho peor.
Fue Cop el que al poco de comenzar la segunda mitad tendría la mejor ocasión del partido. Erró Durmisi en la cesión y se adelantó el delantero croata a Adán pero, sin portero bajo palos aunque escorado, sólo pudo acertar con el palo. No es que el Betis creara más aunque dominara la segunda mitad. Dos tiros bastante desviados de Petros (suplente por sorpresa, el brasileño había entrado por Brasanac, que se lesionó) y un escorado mano a mano que Cuéllar, el mejor de su equipo, abortó bien a Jonas Martin. Burgui oxigenó la salida del Sporting al final del encuentro y hasta creó algo de peligro mientras el Betis, casi inofensivo, se estrellaba bombeando balones al área o a ningún sitio. Rubi mira a la segunda vuelta con el optimismo de haber dejado su puerta a cero, ese pilar de toda recuperación futbolística. Víctor y el beticismo, que despidió a su equipo con gritos de "fuera, fuera", contemplan el futuro de nuevo con una sensación entre el vacío y la mediocridad.